La jueza de la Corte Carmen Argibay dijo que el testigo Julio López debería haber tenido asistencia y se sumó así a la teoría de la familia de una crisis emocional
La jueza de la Corte Suprema Carmen Argibay se refirió al clima de tensión que se vive tras la desaparición de Jorge Julio López y abonó la teoría de una "crisis emocional", sostenida, principalmente, por la familia.
"A lo mejor no está en condiciones de afrontar el mundo de afuera" o de "someterse al acoso periodístico", dijo. No obstante, la ministra se mostró "preocupada" por la salud del albañil de 77 años, que no aparece hace 19 días, y criticó a las autoridades por no haberle brindado "auxilio psicológico" tras su declaración en el juicio contra el ex represor Miguel Etchecolatz.
En una entrevista que le concedió a Clarín.com en su despacho del cuarto piso de Tribunales, Argibay aseguró: "Creo que debió haber tenido mayor contención", dijo Argibay, tras narrar cómo se trabaja, con casos similares, en el Tribunal Penal Internacional de La Haya (Holanda).
"Es sumamente traumático contar lo que este hombre contó", agregó. Además, la magistrada –que fue la tercera mujer en ingresar al máximo tribunal- admitió que se vive un clima "enrarecido", pero aclaró que las amenazas a jueces y fiscales penales "no son nada nuevo". "Siempre recibimos amenazas. Me preocupa más el tema del testigo", remarcó Argibay, que estuvo detenida nueve meses durante la última dictadura.