La OTAN asumió hoy el comando de las fuerzas extranjeras en el este de Afganistán, la única región que permanecía bajo la autoridad de la coalición dirigida por Estados Unidos, casi cinco años después del lanzamiento de la campaña militar contra los talibanes y Al Qaeda.

Durante una ceremonia la OTAN relevó hoy a Estados Unidos en el control de todo el país y de 33.000 soldados extranjeros, entre ellos 13.000 norteamericanos.

La transferencia tuvo lugar en el cuartel general de la ISAF (International Security Assistanse Force) en Kabul, en presencia del presidente afgano Hamid Karzai, del comandante de la OTAN en Afganistán, el general británico David Richards, y de su homólogo de la coalición, el general norteamericnao Karl Eikenberry, así como del representante civil de la OTAN, Daan Everts, informó la agencia de noticias AFP.

" Es un día histórico tanto para Afganistán como para la OTAN, que demuestra el compromiso duradero de la OTAN y de sus socios internacionales hacia ese gran país", declaró el general Richards en alusión a la total intervención de Afganistán que vive una de las mayores olas de violencia en cinco años.

La entrega del mando "ilustra el compromiso persistente de la OTAN y sus socios internacionales con el futuro de este gran país", declaró Richards en declaraciones a la agencia de noticias DPA.

Cabe señalar que Estados Unidos continuará siendo, no obstante, la nación que aporte la mayor cantidad de efectivos a las fuerzas de la OTAN, cuyo propósito es controlar a los grupos insurgentes y "restablecer la seguridad" de la región.

La transferencia del mando en el oriente afgano confina el control directo de Estados Unidos a la base estadounidense en Bagram y a la unidad de helicópteros del Ejército en el campo aéreo de Kandahar. Asimismo, las prisiones y los centros de interrogatorios que operan Estados Unidos en Bagram continuarán bajo su mando, mientras la OTAN mantendrá la transferencia de detenidos a la policía afgana.