Después de pasar años alejado del tono épico, Kevin Costner vuelve junto a Ashton Kutcher con "Guardianes de alta mar", una clásica fábula sobre el valor
Que levante la mano el que extrañaba a Kevin Costner calzándose el traje de héroe. Para ellos, la espera terminó. "Guardianes de alta mar" devuelve a la platea al Costner que sacudía la taquilla con películas como "El guardaespaldas", "Waterworld" o "Robin Hood: Príncipe de los ladrones".
Por supuesto, los héroes de Kevin Costner tienen su sello personalísimo. Altos grados de sobriedad, conflictos íntimos, aires melancólicos, cierta sensación de pérdida. Y su Ben Randall de "Guardianes de alta mar" ("The Guardian") no es la excepción. Hay angustia y crisis y abnegación en este nuevo personaje del viejo Costner, que por cierto ya alcanzó su quinta década de vida.
Este film de Andrew Davis ("Daño colateral", "El fugitivo", "Alerta máxima") nos lleva a la vida de los equipos de rescatistas de los guardacostas de los Estados Unidos. Esos que salen a alta mar en medio de las tormentas y los huracanes para auxiliar a los náufragos que flotan entre las olas.
El Ben Randall de Costner es uno de ellos o, como cae de maduro, el mejor de ellos. Pero, se veía venir, algo saldrá mal en medio de un operativo de rescate y el multicondecorado Randall deberá abandonar por un tiempo las tareas operativas. ¿Cuál será su destino? Emigrar algunos meses a la escuela de guardacostas para entrenar a los nuevos reclutas, mientras su matrimonio con Helen (interpretada por Sela Ward) se desmorona en casa.
En la academia Randall conocerá al novato Jake Fischer, un joven algo altanero pero con sobradas cualidades profesionales y un pasado traumático, que queda en manos de Ashton Kutcher. Un joven actor que, después de componer a un memorable tarambana en "That 70s Show" (y de casarse resonantemente con Demi Moore), viene probando suerte en todos los géneros cinematográficos.
Tenemos, entonces, todos los elementos para que se desencadene la conocida relación dialéctica entre la sabiduría del curtido veterano y la ambición del joven aprendiz. Es cierto, esta película ya la vimos. Se puede obtener mezclando un poco de "Hombres de honor" (con Robert De Niro y Cuba Gooding Jr.), otro tanto de "La tormenta perfecta" (con George Clooney y Mark Wahlberg) y una pizca de la ya clásica "Reto al destino" (con Richard Gere y Louis Gosset Jr.).
Pero no es la primera vez que Hollywood se recicla ni será la última, así que no vale la pena escandalizarse. "Guardianes de alta mar" no pretende ser original ni de marcar época. Son sólo dos horas de mares embravecidos, acciones heroicas, aprendizajes cuasi-militares y enseñanzas personales. No hay otras grandes apuestas detrás de este filme. Y, quizás, hasta tenga la virtud de saberse una película ligeramente menor, más allá del lustre de sus protagonistas.