El juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni volvió a meterse de lleno en el debate por el castigo a la tenencia de drogas para consumo personal.

Ratificó su postura a favor de no incriminar a quienes tengan en su poder sustancias tóxicas para uso personal y planteó que la proliferación del paco obliga a adoptar ese criterio. Hizo estas definiciones mientras se espera que la Corte falle en una de las cuatro causas que tiene en su poder relacionadas con casos de tenencia para consumo personal.

"No planteo la despenalización de las drogas, sino la necesidad de no incriminar la tenencia para consumo en el ámbito privado que es la vieja jurisprudencia de la Corte desde 1984 y hasta 1990", comenzó Zaffaroni en declaraciones en radio Mitre.

El juez vinculó su postura con la proliferación del consumo de paco. "Se hace imprescindible adoptar un criterio de esta naturaleza por la emergencia que estamos viviendo. Hay un cambio cualitativo a partir de la porquería del paco. No podemos estar desperdigando esfuerzos. Tenemos que centrar la actividad de los juzgados federales en combatir el tráfico de paco, que es altísimamente tóxico y mata en un año", argumentó.

En este punto, ahondó en la importancia de no incriminar a quienes tienen sustancias tóxicas para uso individual. No sólo lo explicó en términos prácticos, sino que tambíén lo vinculó con el narcotráfico.

"Procesar al tenedor para consumo es, en definitiva, estar encubriendo el tráfico. Si a una persona la detienen y la indagan puede negarse a declarar o mentir. Si, en cambio, no lo incriminamos y lo convocamos como testigo tiene la obligación de decir la verdad", diferenció. "Si lo que queremos es combatir el tráfico, la segunda solución es mucho más práctica", concluyó.

En otra parte del reportaje, Zaffaroni ratificó que la Corte tiene en su poder cuatro expedientes referidos al tema, pero evitó precisar cuándo podría expedirse el máximo tribunal. "Nos vamos a pronunciar en alguna de ellas", se limitó a decir.

El juez volvió sobre la importancia de combatir la extensión del consumo de paco, sobre todo entre jóvenes. "Alguien tiene que tomar la batuta, tomar conciencia de la gravedad del problema y centralizar la lucha contra el paco. Es un tema que requiere una intervención enérgica. Estamos hablando de un tóxico que destruye neuronalmente y mata en un año", advirtió. Y completó: "Si concentramos los cañones en esto podemos erradicarlo porque es un negocio menor".