Fue 2-0 en Atenas con goles de Palermo y Mouche, uno en cada tiempo. Basile paró a los once que quiere "de memoria" y consiguió un buen rendimiento
Boca cerró su gira por Europa y demostró su mejor rendimiento. Derrotó por 2-0 al AEK de Atenas, en Grecia, con goles de Martín Palermo y Pablo Mouche.
Alfio Basile paró a los once que quiere que salgan "de memoria" con Abbondanzieri; Ibarra, Cáceres, Paletta, Morel; Medel, Battaglia, Insúa; Riquelme; Mouche y Palermo. En el local estuvieron los argentinos Sebastián Saja, en el arco, e Ignacio Scocco.
En el inicio del partido, Boca fue el dueño de la pelota. De entrada ganó la mitad de la cancha con Battaglia y el chileno Medel, pero le faltaba velocidad para llegar con sorpresa al área. Sin embargo, manejó siempre el balón a ras del piso, con buen trato y criterio.
Boca volcó el juego casi siempre por el costado izquierdo. Con tres zurdos como Mouche, Insúa y Morel, pasando al ataque en casi todas las jugadas, el equipo visitante se proyectó por ese sector en busca de la apertura del marcador. Aunque se repetía en centros para Palermo. Al Titán le costaba mucho entrar en juego, siempre bien custodiado por los centrales locales.
Después de los 20, Boca perdió la pelota. Pereció ante la sofocante presión de los jugadores de camiseta amarilla. Pero tampoco sufrió mucho el arco de Abbondanzieri. Algún que otro remate desde afuera del área bien controlados por el Pato y también un par de centros que entre Cáceres y Paletta se encargaron de rechazar.
Sobre los 42, Riquelme, muy activo, tocó hacia la derecha para Ibarra, que habilitó a Mouche. El delantero desbordó y envió el centro de derecha, al punto del penal. Palermo se despegó de su marca y metió el cabezazo al segundo palo para establecer el 1-0. Implacable, nada por hacer para Saja.
Con la tranquilidad de verse en ventaja, Boca salió a jugar el segundo tiempo más relajado. Con la misma idea, la pelota en su poder y siempre contra el piso. Así, no le costó ampliar el marcador. A los 8, Riquelme metió un gran pase entre líneas y dejó mano a mano a Mouche. El siete definió con clase, de zurda, al palo más lejano de Saja y selló el 2-0.
Después del segundo gol el partido quedó resuelto para Boca. Y Basile se dio el lujo de realizar cambios, para seguir probando en esta pretemporada europea. Primero fue Gaitán por Insúa, después cambió la dupla de ataque: Viatri y Noir en lugar de Palermo y Mouche. Por último ingresó Leandro Díaz por Morel, que se retiró con una molestia. De ahí hasta el final, Boca reguló, se defendió bien y no pasó muchos sustos hasta la finalización del partido.
El equipo del Coco Basile terminó su serie de amistosos con una derrota (Manchester United), un empate (le ganó por penales al Milan) y tres victorias (Lask, Aris Salónica y AEK de Atenas).
El lunes el plantel volverá a Buenos Aires para encarar la última etapa de la pretemporada antes del inicio del Apertura, donde debutará con Argentinos Juniors y no podrá contar con Riquelme, suspendido.