La ex ministro de Salud cuestionó el manejo de los fondos de las obras sociales que hace el dirigente gremial y la influencia sobre la política hacia el sector
Los funcionarios kirchneristas se acuerdan de las críticas cuando dejan el gobierno.
La ex ministro de Salud Graciela Ocaña cuestionó el manejo de los fondos de las obras sociales que hace el dirigente gremial y la influencia sobre la política hacia el sector.
"No estaba de acuerdo en recrear esta moyanolandia", se sinceró.
Ocaña aseguró que renunció porque tenía “una forma distinta de ver la política” con el actual gobierno de Cristina Kirchner, que a su juicio ya había abandonado “la transversalidad” y quedó “atrapado dentro del PJ”.
Además, consideró que tanto ella como su equipo no eran escuchados en cuanto a las consideraciones sobre la Gripe A.
“Sentí que el gobierno nacional no escuchaba la voz, que no era ni siquiera la voz de Graciela Ocaña, sino la voz del Ministerio de Salud, y que había otras miradas que eran las que se tomaban en cuenta para tomar algunas decisiones al respecto. Por eso yo soy la que tengo que dar un paso al costado. Porque a la Presidenta la eligió el pueblo argentino”, explicó.
Ocaña consideró que su renuncia tuvo que ver con su pelea por el gremialismo encarnado en Hugo Moyano por el manejo de los fondos de las obras sociales.
La ex funcionaria no descartó que el sindicalista esté vinculado con episodios de corrupción: "No tengo elementos definitorios, pero él maneja los fondos de los trabajadores como si fueran propios. Y de ahí hay muy pocos pasos", destacó en declaraciones a La Nación.
Ocaña aseguró que pese a su alejamiento del Gobierno no tiene en sus planes acercarse a Elisa Carrió, antigua jefa política, al considerar que "tiene que hacer un análisis de la elección en la ciudad de Buenos Aires y, además, de su forma de liderar un movimiento".