Un polémico estudio sugiere "inyecciones de agus estéril" contra el dolor grave de espalda baja que padecen muchas mujeres durante el trabajo de parto
Un nuevo estudio sugiere que el mejor tratamiento contra el dolor grave de espalda baja que padecen muchas mujeres durante el trabajo de parto serían inyecciones de agua estéril cerca de la parte inferior de la columna.
Hasta un tercio de las mujeres sufren lo que se denomina "parto de riñones". El dolor intenso de se produce cuando la cabeza del feto empuja contra la columna de la madre.
Dada la gravedad de ese dolor constante, muchas mujeres que padecen dolor de espalda reciben la epidural, una inyección anestésica directamente en la médula espinal.
Pero las epidurales no son suficientemente seguras: pueden producir complicaciones, además de que no están disponibles en todos los hospitales, indicó el equipo de la doctora Eileen K. Hutton, de la McMaster University, en un artículo a publicarse en BJOG: An International Journal of Obstetrics and Gynaecology.
Por eso, los obstetras han estado buscando otros tratamientos analgésicos. A fines de la década de 1970, se comenzaron a usar inyecciones de agua estéril, que se habían utilizado inicialmente para aliviar el dolor por cálculos renales.
Aunque se desconoce por qué el método funciona, varios estudios demostraron su efectividad. La hipótesis del equipo es que la analgesia inducida por las inyecciones de agua estéril aumentarían la relajación, lo que eleva las probabilidades de que el feto se coloque en una posición más favorable y "disminuya la urgencia de cesáreas al proporcionar el tiempo suficiente como para que el trabajo de parto se desarrolle normalmente".
El equipo revisó ocho ensayos, con un total de 828 mujeres, que compararon los resultados de las inyecciones de agua estéril con placebo (inyección con agua salina), acupuntura o estimulación nerviosa con electricidad.
En los ocho estudios combinados, el agua estéril redujo a la mitad la cantidad de cesáreas: alrededor del 5% en el grupo tratado con agua estéril y el 10% en los grupos de comparación.
A partir de esos resultados, el equipo insta a realizar un ensayo más grande para identificar el mejor enfoque terapéutico del parto de riñones.