Paul Biedermann ganó la final de 200 metros libres con un nuevo récord mundial. Un duro golpe para Michael Phelps que no perdía en citas Mundiales desde 2005
El alemán Paul Biedermann ganó la final de 200 metros libres con un nuevo récord mundial (1 minuto y 42 segundos exactos), por delante del estadounidense Michael Phelps (1:43.22) y el ruso Danila Izotov (1:43.90), en el Mundial de natación de Roma.
Con este tiempo, conseguido con un traje Arena X-Glide, el alemán de 22 años asesta un duro golpe a Phelps, impidiéndole el título mundial y arrebatándole la plusmarca planetaria, que el estadounidense había conseguido el 12 de agosto de 2008 en los Juegos Olímpicos de Pekín (1:42.96).
"Teóricamente, hice una buena carrera, estoy a tres décimas de mi récord después de seis meses de pausa (tras los Juegos). No estoy muy contento, pero sé que este año he entrenado menos. Lo acepto, aunque no estoy muy satisfecho", aseveró.
Biedermann, ya campeón en los 400 metros libres y cuyo mejor resultado en un gran evento era una quinta posición en Pekín 2008, consigue el doblete en la piscina del Foro Itálico romano. Con ocasión de la final de 400 metros libres el domingo, había batido el récord del mundo (3:40.07) y en las semifinales de los 200, el de Europa (1:43.65).
El revés sufrido por Phelps supone su primer derrota en una gran cita mundial desde hace cuatro años. Su última derrota se remonta al Mundial 2005, cuando fue segundo en los 100 metros mariposa, por detrás de su compatriota Ian Crocker.
El nadador de Baltimore se había impuesto en las últimas diez pruebas individuales en las que había participado en las competiciones de primer nivel (5 títulos en el Mundial, otros 5 en los Juegos Olímpicos).
Phelps sí que pudo ganar el oro el domingo en el relevo 4x100 metros libres, junto a sus compañeros estadounidenses. En los 200 mariposa logró este martes el acceso a la final del miércoles, con el segundo mejor tiempo de los clasificados (1:53.48), lejos de su récord mundial.
Después del éxito olímpico, el parón de los entrenamientos y la polémica por ser fotografiado con una pipa de cannabis, Phelps retomó su preparación, pero al llegar a Italia reconoció que no estaba a su máximo nivel.