Empresarios y sindicalistas llegaron finalmente a un acuerdo tras una prolongada y reñida discusión. El anuncio lo hizo la propia Presidenta
El salario mínimo, vital y móvil de los argentinas fue elevado a 1.500 pesos, según lo
anunció la presidenta Cristina Kirchner tras el acuerdo al que llegaron el Gobierno, los gremios y las cámaras empresarias después de una extensa y reñida discusión.
El incremento se aplicará en tres cuotas, de acá hasta enero.
Además de la Presidenta estuvieron el titular de la CGT, Hugo Moyano, y los principales referentes de las centrales empresarias.
Así, el sueldo básico subió 260 pesos, abandonando los 1.240 en los que se ubicó el último año y colocándose en el orden que pretendía el Gobierno como "suma posible" por el contexto de crisis.
La jefa de Estado llegó al piso 18 del ministerio de Trabajo cerca de las 22.30 y esperó a que los representantes de su Gobierno, los gremios y las cámaras empresarias se pusieran de acuerdo en el seno del Consejo del Salario, consignó Noticias Argentinas.
A las 23:00, la mandataria se presentó ante el auditorio y junto al titular de la cartera laboral, Carlos Tomada, anunció que el nuevo piso salarial para los trabajadores en relación de dependencia será de 1.500 pesos.
"Es clave que en tiempo de crisis estemos discutiendo estas cuestiones. Mientras en el mundo prima la palabra ajuste, aquí debatimos para elevar los salarios de los argentinos", dijo la Presidenta.
La jefa de Estado felicitó a los integrantes del órgano tripartito por ponerse de acuerdo en un tema "tan sensible" como es el del salario, más por el impacto que la crisis externa tuvo en los sectores privados.
El principal escollo para cerrar el acuerdo estuvo centrado en las propuestas de la CGT y la UIA, ya que la central obrera pretendía un salario mínimo de 1.700 pesos y la entidad representativa de los industriales ofrecía 1.400 como techo.
El ministro Tomada actuó como mediador y tras varias idas y vueltas con los empresarios logró un consenso para ubicar al sueldo mínimo en 1.500 pesos para todos los trabajadores en relación de dependencia.
En las discusiones también participaron la CTA, por el sector gremial --que arrancó pidiendo un haber mínimo de 2.000 pesos--, y las Cámaras del Comercio y de la Construcción, entre otros representantes del sector privado.
La CTA, crítica de las políticas del Gobierno en materia de empleo, pidió 2.000 pesos como nuevo piso salarial, pero los empresarios se negaron rotundamente y lograron contener el reclamo de ese gremio.
El nuevo salario mínimo será de $1500. Ese fue el resultado de intensasnegociaciones que arrancaron ayer a las 10 de la mañana y que terminaron, luego de acaloradas discusiones pasadas las 11 de la noche. La encargada de hacer el ancio fue la presidenta, Cristina Kirchner, ante un grupo numeroso de sindicalistas de la CGT y la CTA y de los representes de las diferentes cámaras empresarias.
El incremento será en forma escalonada: $1400 pesos en agosto, $1440 en octubre hasta llegar a los $1500 a partir del 1° de enero del año próximo.
Este aumento abarcará a 300 mil trabajadores, y desde el Gobierno destacaron el entendimiento entre empresarios y sindicalistas cuando el Consejo Económico y Social sigue su puesta en marcha.
"Más allá de cómo se voto es importante que de la reunión participaron todos los sectores, incluso el campo, y que todos fijaron su posición y hubo un claro entendimiento", agregaron voceros del titular de la cartera de Trabajo.
"En tiempos como estos es cuando se pone a prueba la responsabilidad de todos, de los sectores patronales y sindicales", dijo al hacer el anuncio la jefa de Estado en la sede de la cartera laboral, luego de que se formalizó el acuerdo. Y puntualizó: "Cuando las instituciones funcionan en época de bonanza es normal, que funcionen en tiempos de crisis internacional es lo que revela la verdadera fortaleza de las instituciones".
A su turno, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo que la Presidenta "reconoció el esfuerzo y el nivel de discusión y debate" al que llegaron las partes.
"Tenemos discusión de paritarias porque tenemos trabajo", agregó el funcionario.
La Presidenta tuvo un particular interés en el desarrollo de las negociaciones, porque este acuerdo sin la necesidad de pasar a un cuarto intermedio para el jueves próximo se produjo en momentos en que se ultiman detalles para el lanzamiento del Consejo Económico y Social.
Durante toda la jornada estuvo en contacto permanente con el ministro Tomada que le dieron detalles de las discusiones. Recién, pasadas las 9 de la noche, le sugirieron que prepare su visita a la cartera laboral porque se vislumbraba un entendimiento.
De todas formas, ayer una buena parte de los empresarios del campo y de la CTA votaron en disidencia a este acuerdo, aunque la CGT -moyanistas y sus rivales- y los representantes de la UIA dieron su visto bueno.
Ayer estuvieron del lado empresario y entre los consejeros titulares Daniel Funes de Rioja, Juan José Etala, Ricardo Guell y Horacio Martínez de la UIA; Adolfo Burgos por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA); Carlos Wagner de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC); Adelmo Gabbi de la Bolsa de Comercio; Francisco dos Reis, de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN) y Jorge Álvarez de la Unión Argentina de Entidades de Servicios (UDES).
Por el lado gremial participaron, entre otros, el secretario General de la CGTY, Hugo Moyano; Juan Belén de la UOM; Gerardo Martínez de la UOCRA; Andrés Rodríguez de UPCN; José Pedraza de Ferroviarios; Héctor Daer de Sanidad; Oscar Lescano de Luz y Fuerza; Juan José Zanola de La Bancaria; Armando Cavallieri de Comercio y Mario Manrique del Smata.
Los privados argumentaron su postura de no otorgar un incremento mayor al que finalmente se acordó, porque la actividad económica se resintió fuertemente por la crisis y, debido a ello, no sabían si lo iban a poder afrontar hacia futuro.
"Teníamos que acordar algo que sea sostenible en el tiempo", coincidieron varios representantes privados en los pasillos del ministerio, extenuados tras largas horas de discusión.
Las negociaciones empezaron por la mañana y estaba previsto que por la tarde las cúpulas empresarias y gremiales definieran la cifra en la que quedaría establecido el sueldo básico, pero los debates continuaron hasta las 23:00.
Tomada intervino para evitar que el debate terminara sin una resolución concreta y, para destrabar la negociación, propuso elevarlo a 1.500 pesos.
El titular de la CAME, Osvaldo Cornide, en representación de cámaras pymes, expresó su disposición a aceptar los 1.500 pesos de salario básico, tal como postuló el Gobierno y el resto de los privados siguió sus pasos.
La UIA había planteado elevar el mínimo sólo a 1.400 pesos mensuales, mientras que la Central de Entidades Empresarias (CEEN) explicó que solo podían elevarlo hasta 1.500, pero con un aumento progresivo en tres veces.
Finalmente, los empresarios aceptaron la suma propuesta por Tomada y el Consejo del Salario definió la suma, proyectando nuevas reuniones para los próximos días en los que se debatirá acerca de los despidos, indemnizaciones y otras cuestiones
laborales clave.