El ex dueño de TyC, logró mediante un acuerdo extrajudicial, recuperar parte del dinero que perdió en la estafa que hizo el banquero estadounidense, hoy en condenado
Acostumbrado al éxito en negocios sumamente complejos, el empresario Carlos Avila sentó un fuerte precedente al recuperar el dinero que había perdido en el pozo negro de la estafa de Bernard Madoff, a través de un acuerdo extrajudicial que alcanzó en Suiza con una firma del grupo financiero Credit Suisse (CSFB).
Fuentes confiables indicaron a LA NACION que el ex dueño de Torneos y Competencias acordó que recuperará el 50% del dinero que había invertido en efectivo y el resto en "productos financieros".
Su inversión, que ascendía a unos US$ 600.000, había sido canalizada a través de la firma Clariden Leu, cuyo grupo controlante es el CSFB.
Avila fue una de las víctimas locales del caso Madoff por las inversiones realizadas presuntamente por Clariden Leu en las cuentas de Madoff, a través del fondo Hermes, entre otros. Los abogados del ahora dueño de la señal televisiva Golf Channel y candidato a presidente de River Plate intentaron un primer acercamiento con Clariden en Buenos Aires.
Pero la oficina local desapareció cuando estalló el caso de Madoff, un famoso financista que estafó a cientos de miles de personas en todo el mundo por US$ 65.000 millones. La defraudación a clientes de la Argentina supera los 500 millones de dólares. Por su fraude, Madoff fue condenado, en Estados Unidos, a 150 años de cárcel.
Cuando la gestión local fracasó, Avila y sus abogados decidieron recurrir a la sede central de Clariden. Allí, según indicaron las fuentes, "negoció con Markus Willi, representante de Clariden en América latina, y, en forma indirecta, con el presidente de CSFB, Brady Dougan". Según la fuente, Avila advirtió que quería cobrar "rápidamente", a pesar de que Clariden había negado su responsabilidad frente a las inversiones de sus clientes afectadas por el caso.
La trascendencia regional del empresario -en particular por su vínculo con los medios- fue clave para lograr un rápido acuerdo, ya que, tras irse de la Argentina, Clariden busca instalarse como una marca confiable en Chile y Perú, según admitieron fuentes relacionadas con el caso.
Consultada por LA NACION, la coordinadora de comunicación de Clariden, Christa Brunhart, dijo, desde Suiza, que no podía brindar información sobre casos legales que estaban en curso (aunque en el caso de Avila ya hay un convenio extrajudicial). De todos modos, aclaró que "Hermes no es un fondo de Clariden Leu" y, a su vez, esta firma "no es sponsor ni proveedor de los servicios de este fondo".
Sin embargo, la vocera de Clariden se preocupó por destacar que "el fondo mundial Hermes tiene proveedores de servicios con una reputación excelente".
El éxito logrado por Avila podría animar a otros inversores argentinos a reclamar con más esperanza por sus fondos, tanto en Europa como en Estados Unidos. Los más entusiasmados son los empresarios que tienen declarados ante el fisco los fondos invertidos en el exterior.
Uno de ellos contó, en forma anónima, a LA NACION que quiere recuperar US$ 300.000 que depositó en la oficina que Clariden tenía en un edificio de la zona de Retiro. "Me ofrecieron Hermes como una opción conservadora hasta que, con lo de Madoff, me culparon y no se hicieron responsables. Luego, levantaron las oficinas del país y me dejaron sin nada", se lamentó.