Es un proyecto de ley presentado por la diputada puntana Ivana Bianchi que apunta a que los detenidos en cárceles de todo el país cumplan una jornada de trabajo
La iniciativa de la legisladora peronista disidente Ivana Bianchi prevé que los reclusos elaboren objetos que puedan ser comercializados en el exterior de las penitenciarías y que con las ganancias se origine un fondo común destinado a ayudar a los familiares de los detenidos, a capacitar a los internos de las unidades y a asegurar que cumplan con la educación primaria y secundaria.
La propuesta "trata de paliar el grave daño que produce el ocio y tiempo libre que los reclusos tienen en sus lugares de detención” y a la vez "ayudar a sus familias, quienes muchas veces pasan necesidades económicas", según publica el proyecto de ley dentro de sus fundamentos.
"Y atender esa recuperación puede ser más efectivo en la prevención de futuros delitos que otras tantas severas medidas que suelen proponerse, y permite la reinserción social y laboral", agrega el documento.
Le legisladora cita al caso de Sierra Chica como uno de los modelos a seguir en el plan de reinserción social y capacitación de internos en un labor. "De su actual potencial laboral para 150 internos, con estas nuevas posibilidades el emprendimiento posibilitaría la creación de nuevas fuentes de trabajo, directas e indirectas, para unos 1.000 alojados dentro del sistema".
"Para que meses después no vuelvan a engrosar las superpobladas cárceles del país, ayuda bastante que los presos salgan con un oficio", agrega.