El presidente brasileño destacó que su país "comenzará 2010 con una situación altamente cómoda, vendiendo bien y recuperando la capacidad productiva"
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy que los indicadores señalan que Brasil ya está superando la crisis económica global y que, de recuperar el ritmo con que venía creciendo antes de la misma, podrá convertirse en una de las economías más importantes del mundo.
"Queremos que el país vuelva al ritmo de crecimiento que tenía antes de la crisis para que Brasil, en poco tiempo, se transforme en una de las economías más importantes del mundo", afirmó el presidente en su programa semanal de radio.
"Todos en el gobierno trabajamos con la hipótesis de que Brasil comenzará 2010 con una situación altamente cómoda, produciendo bien, vendiendo bien y recuperando la capacidad productiva de sus empresas", añadió el mandatario en el programa Desayuno con el presidente.
Lula afirmó que los actuales indicadores económicos están demostrando que Brasil estaba bien preparado para hacer frente a la crisis y que, como había advertido el gobierno y "gracias al gran potencial del mercado interno", el país sería uno de los últimos en verse afectado por las dificultades internacionales y uno de los primeros en superarlas.
De acuerdo con Lula, tras las medidas adoptadas por el gobierno para incentivar la economía, facilitar el crédito y estimular el consumo, están "obteniendo ahora números importantes en la producción de la industria automotor, en la venta de electrodomésticos y en las ventas del comercio".
Agregó que el empleo formal creció en junio por quinto mes consecutivo. "Ya recuperamos la mitad de los empleos que perdimos durante la crisis y eso significa que, hasta final de año, podemos recuperar todos los empleos que perdimos durante la crisis y comenzar a generar nuevos", insistió.
Según cifras divulgadas la semana pasada por el gobierno, Brasil generó entre febrero y junio 401.254 nuevos empleos formales, cerca de la mitad de los que perdió entre noviembre del año pasado y enero de 2009 como consecuencia de la crisis.
La caída de la demanda internacional y la restricción al crédito por la crisis afectaron principalmente al sector industrial y obligaron a varias empresas a reducir su producción, conceder vacaciones colectivas y promover despidos masivos.
Lula afirmó que otra demostración de que Brasil está consiguiendo superar la crisis son los planes de inversión de las empresas y citó el caso de la General Motors, que la semana pasada anunció invertirá en el país 1.000 millones de dólares hasta 2012, pese a que fue una de las mayores víctimas de la crisis en los EEUU y tuvo que recibir una millonaria inyección del gobierno norteamericano.
"Se trata de una demostración de que las industrias volvieron a confiar en Brasil, que están percibiendo la solidez de la economía brasileña y la eficacia de las medidas que el gobierno tomó", afirmó.
"Brasil estaba muy bien preparado para la crisis, teníamos reservas, teníamos la inflación bajo control y un buen crecimiento", afirmó.
Según el gobernante, la crisis afectó con más fuerza el sector exportador brasileño debido a la caída de la demanda en el exterior, pero el país consiguió superar ese problema gracias a que tiene un mercado externo muy diversificado y a que el mercado interno volvió a crecer.