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21 de noviembre de 2024
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¿Segunda vuelta?
Las posibilidades de que Lula Da Silva deba ir a un ballottage en Brasil se incrementaron en las últimas horas a partir de sondeos al filo de la votación
1 de octubre de 2006
El presidente de Brasil, Lula Da Silva, tiene complicaciones de última hora.

Unos 126 millones de brasileños acuden este domingo a las urnas en elecciones generales en las que Lula, hasta ahora favorito absoluto, enfrenta la perspectiva de un segunda vuelta contra el socialdemócrata Geraldo Alckmin.

Las elecciones para presidente y gobernadores de los 27 estados podrán tener una segunda vuelta el 29 de octubre si ninguno de los candidatos obtiene la mayoría más uno de los sufragios.

Los brasileños renovarán también los 513 escaños de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.

Los comicios se extenderán por nueve horas hasta las 17H00 locales (20H00 GMT) en la mayoría de los estados de Brasil. Por diferente huso horario, en Acre (norte) y algunos municipios amazónicos comenzarán dos horas más tarde y cerrarán a las 19H00 locales (22HOO GMT).

Los primeros resultados oficiales de la elección presidencial así como las proyecciones de encuestas de boca de urna podrán conocerse a partir de las 22H00 GMT, cuando ya estén cerradas las 432.000 urnas de todo el país.

Hasta hace dos semanas el presidente Lula parecía encaminado a ganar este mismo domingo un segundo mandato de cuatro años.

Pero su reelección se complicó cuando allegados suyos y miembros de su Partido de los Trabajadores (PT) fueron involucrados en una compra de informaciones contra líderes socialdemócratas, entre ellos Alckmin, principal rival del mandatario.

Lula obtendría 49% de los votos válidos, según el instituto Ibope, y 50% según Datafolha, según encuestas divulgadas la noche del sábado. Alckmin, en tanto llegaría a 37%, según Ibope y 38% de acuerdo a Datafolha.

La elección transcurrirá marcada por el peor accidente aéreo de la historia de Brasil. Lula decretó el sábado tres días de duelo nacional por la caída de un Boeing 737 con 155 pasajeros en la selva amazónica.

La campaña se recalentó en las últimas semanas tras el escándalo del intento de compra de información contra la oposición socialdemócrata. Esta acusó legalmente a Lula de "abuso de poder" e impugnó su candidatura lo cual lo expone a potenciales problemas si resulta electo.

A su vez, pocas horas antes de los comicios, el PT presentó el sábado a la justicia electoral en Brasil una acción legal para impugnar la candidatura de Alckmin, por el "uso indebido" de los medios de comunicación para perjudicar a Lula.

La acción se impulsó después que una fuente policial divulgara fotos del dinero (800.000 dólares) que usarían militantes del PT para comprar los documentos que presuntamente comprometían a Alckmin y a José Serra, candidato socialdemócrata a gobernador del estado de Sao Paulo.

El escándalo desatado por el intento de comprar los documentos costó el puesto a un asesor de Lula, Freud Godoy, y al coordinador de la campaña, Ricardo Berzoini, presidente del PT.

Lula dijo que nada sabía del asunto, y responsabilizó del complot a "un montón de chiflados".