El alemán se impuso en Shanghai y le dio alcance al español Alonso en el campeonato de pilotos de la Fórmula 1. Quedan dos carreras y Schumacher quiere su octavo título
El alemán Michael Schumacher, con Ferrari, presentó una de las más brillantes
actuaciones de su carrera para vencer el Gran Premio de China de Fórmula 1 y dejar al rojo vivo la lucha por el campeonato mundial, en el que busca su octava corona.
Schumacher, de 37 años, largó la carrera en la sexta posición, pero superó las dificultades de una pista que en partes estaba mojada y la inferioridad de sus neumáticos, para encaminarse a la victoria en una carrera dramática a pesar de la presión sufrida en las vueltas finales.
El actual campeón mundial, el español Fernando Alonso, con un Renault, largó en la pole position y fue líder del pelotón durante 30 vueltas, pero terminó en el segundo escalón del podio debido a problemas con sus neumáticos, poco más de tres segundos detrás de Schumacher.
El compañero de equipo de Alonso, el italiano Giancarlo Fisichella, terminó en el tercer lugar, pero -al igual que el español- fue superado en todos los aspectos por la excelencia del desempeño mostrado por el inspirado Schumacher.
En la clasificación del campeonato, Schumacher y Alonso aparecen empatados con 116 puntos, cuando restan solamente dos carreras para el fin de la temporada, una situación de equilibrio en la que pocos creían después del dominio de Renault en la
primera mitad del campeonato.
Posiblemente se trate de la más importante victoria de Schumacher este año, ya que aunque empate con Alonso con 116 puntos, el alemán tiene ventaja porque venció siete carreras en la temporada, contra seis del español.
"Es realmente milagroso que estemos nuevamente en el tope si vemos donde estábamos hace pocos meses, pero esto es el resultado del trabajo de todos los integrantes del equipo", dijo Schumacher después de la carrera, exhibiendo una enorme sonrisa.
"Ahora tendremos que ir a las dos últimas carreras y veremos qué ocurre. Yo creo que será encesario esperar por las dos carreras antes que llegue la decisión. Serán dos semnas muy interesantes y estoy muy entusiasmado", agregó el alemán.
A su lado, Alonso no conseguía esconder su profunda frustración, aunque por lo menos tuvo suficiente hidalguía para estrechar la mano de Schumacher, en gesto de felicitación, luego de la carrera.
"Comenzamos bien y tuvimos buenas 15 o 20 vueltas. Entonces decidimos cambiar el neumático delantero izquierdo porque era casi liso (para piso seco). Ellos (Schumacher y Fisichella) mantuvieron sus neumáticos de lluvia y comenzaron a acercarse. Rápidamente la ventaja desapareció", dijo.
Cuando Schumacher se acercó "ya estábamos en desventaja y tratamos de encontrar nuestro propio milagro. Después de eso ya fuimos superados y ya era demasiado tarde", dijo.
Pocos minutos antes de la carrera los especialistas de las fabricantes de neumáticos buscaban desesperadamente encontrar una fórmula adecuada a las condiciones climáticas.
En la sesión clasificatoria del sábado, bajo la lluvia, los autos con neumáticos Michelin (como Renault) fueron netamente superiores a los que usaban Bridgestone (como Ferrari), y eso fue determinante en las primeras vueltas de la carrera, cuando el piso aún estaba mojado.
Pero con el pasar de las vueltas el piso se fue secando y el rendimiento de la Ferrari de Schumacher mejoró de modo evidente.