La vicepresidenta de España, la socialista María Teresa Fernández de la Vega, no vendrá a la Argentina. ¿Los argumentos? Cruzados, depende a quien se consulte.

La decisión de Fernández de la Vega de levantar la escala en Buenos Aires, según fuentes diplomáticas españolas y del gobierno argentino, respondió a una combinación de factores, que incluyen desde el propio apremio de Fernández de la Vega por "reducir el tiempo de su salida de España en un momento de fuerte crisis del país" hasta la necesidad de atender la compleja situación política de la Casa Rosada por estos días.

Pero, para el gobierno español, las razones son otras. "El trabajo obliga a reprogramar la visita. Habiendo venido tantas veces a la Argentina, la verdad es que esta escala podía posponerse. Las relaciones son excelentes", dijo un funcionario del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

"La Argentina se descartó por dos razones: agosto en España va a ser un mes de trabajo para el gobierno como consecuencia de la crisis, y hace que se tenga que acortar el periplo por la región. Además, porque la vicepresidenta vendrá pronto porque está la Cumbre Iberoamericana en Buenos Aires en 2010", agregó la fuente.

Lo cierto es que Fernández de la Vega tenía previsto venir a la Argentina como parte de una gira que todos los inviernos realiza por los países de América latina y que incluirá otros destinos regionales. Las paradas previstas de la mandataria en Brasil y Uruguay siguen en pie.

"Hubo una consulta bilateral y se coincidió en que lo más prudente en el actual contexto político de la Argentina, con el Gobierno atendiendo plenamente su agenda interna, era posponer su escala en Buenos Aires", confió al diario La Nación una fuente oficial involucrada en los preparativos del viaje.

Lo cierto es que la de la Argentina fue la única escala que se levantó del itinerario español. La número dos del gobierno de Rodríguez Zapatero tenía previsto visitar Buenos Aires el 2, 3 y 4 de agosto. Y seguir su camino por Brasil y Uruguay, visitas que se mantienen vigentes.

El encuentro se iba a dar en un contexto clave para los negocios españoles en la Argentina. El Gobierno, antes de las elecciones, buscaba destrabar el ingreso de Telefónica de España en la provisión del servicio de triple play (telefonía, Internet y televisión por cable en un mismo servicio), algo que comenzó a revisarse en vista del traspié en las urnas.

Además, el viaje de la vicepresidenta de España era uno de los pasos previstos en los trabajos preliminares de la Cumbre Iberoamericana. Desde el gobierno argentino y el español hacían ayer un esfuerzo argumentativo para explicar que no se trata de una suspensión, sino de reprogramación de agendas.

"No es de ningún modo un desaire al Gobierno. Se consultó y se coincidió en la pertinencia de reprogramar agendas: la Argentina sigue siendo el aliado prioritario de España en la región", dijo un alto funcionario de Cristina Kirchner.

La Presidenta sí recibirá el próximo lunes a la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, que visitará Buenos Aires por unas horas.