El avance de Clarín sobre CableVisión, la llegada de De Narváez a El Cronista Comercial, la retirada de Avila y las intenciones de Mata cambian el mapa de medios
Ya nada será lo mismo en materia de medios de comunicacion en la Argentina.
El Grupo Clarín dio un paso decisivo para transformar el mapa multimedia en el país, al quedarse con el 90 por ciento del negocio del cable, y el control de Multicanal y CableVisión.
Francisco de Narváez, ex dueño de Casa Tía, le compró El Cronista Comercial al grupo español Recoletos y muchos dudas sobre si podrá mantener el equilibrio cuando arrecie la campaña electoral y Roberto Lavagna, dirigente a quien apoya, salga a cruzar espadas en los medios.
Carlos Avila salió de la línea de fuego de Torneos y Competencias en lo que puede representar el principio del fin de la era de los nuevos magnates de medios en el país.
Daniel Hada selló un acuerdo cada vez menos disimulado con el gobierno que redibujó la línea editorial de su portal de internet Infobae y del diario.
Y el ex Aerolíneas Antonio Mata quiere quedarse con un medio, pero De Narváez le ganó de mano con El Cronista.
Lo concreto es que detrás de estos cambios se produjeron pases de manos de sumas varias veces millonarias.
También se diseñó un nuevo esquema de poder.
No está claro si a Kirchner le cayó bien o mal el avance del Grupo Clarín.
Pero sí que el gobierno tendría una respuesta preparada: sectores del kircherismo bucean junto a Hadad la posibilidad de crear un multimedio oficialista como hace más de medio siglo no existe en la Argentina.
El último que lo creó fue Juan Domingo Perón, quien alguna reconoció que lo habían sacado del poder en el 55 con todos los medios a favor y volvió en el 73 con toda la prensa en contra.
Habrá que prepararse para lo que viene, porque los cambios en medios no se terminan aquí: Mata está sondeando la posibilidad de ingresar como accionista de Ambito Financiero a través del Grupo América (Avila, Vila/Manzano y De Narváez), que ya tiene 20 % de participación.
Pero habrá que ver si Julio Ramos -otro de los históricos de los medios- acepta vender parte del 80 por ciento de Ambito.
Pero si esta operación se concreta, dos de los diarios económicos quedarían en manos de empresarios más o menos enfrentados con el Gobierno.