La española Carmen Bousada, quien se convirtió en la mujer más vieja del mundo en dar a luz, ha muerto a causa de un tumor tan sólo dos años y medio después ser madre de unos mellizos cuando contaba con 67 años.

Pocos detalles se conocen de la muerte de esta mujer, de la que ha informado un hermano al rotativo español "Diario de Cádiz".

Ni siquiera se desvela el lugar donde tuvo lugar el pasado sábado el fallecimiento de Carmen Bousada a los 70 años de edad, y a quien le diagnosticaron un tumor pocos meses después de ser madre, señala el diario.

Según reveló a la prensa cuando fue madre, la española, oriunda de la sureña provincia de Cádiz, tuvo que mentir sobre su edad para recibir un tratamiento de fecundación in vitro en una clínica de Los Angeles (EEUU), ya que el límite legal es de 55 años.

Tras recibir el tratamiento, nacieron en una clínica de la ciudad española de Barcelona los mellizos Pau y Christian, que pesaron 2,100 y 2,300 kilos, respectivamente.

Los niños, que nacieron con siete semanas de antelación, estuvieron hospitalizados durante tres semanas, aunque abandonaron el hospital en buen estado de salud.

Su caso la situó en el Libro Guinness de Los Récords como la "madre más vieja del mundo", ya que es 130 días mayor que la rumana Adriana Iliescu, quien dio a luz a una niña, Eliza, en el 2005 a los 66 años.

También, y como con otros casos, el embarazo y el parto de Carmen Bousada desató el debate sobre los aspectos éticos y humanos de una maternidad tan tardía.