El ex presidente había dicho que en las últimas elecciones perdió por culpa de la "vieja política". Los caudillos del conurbano, furiosos, salieron a contestar
La frase poco feliz del ex presidente Néstor Kirchner dejó a los intendentes del conurbano asombrados y con mucha bronca. "Fui víctima de la vieja política", arremetió Kirchner para victimizarse y delegar culpas por haber perdido las elecciones el último domingo 28. Los caudillos no se hicieron esperar y salieron a contestar.
Dos intendentes de extremos opuestos del conurbano utilizaron palabras casi calcadas en diálogo con Clarín: "No es bueno que Kirchner se victimice. Es una lectura política incorrecta de la elección" del 28 de junio.
Un tercer intendente, del segundo cordón sur, fue aun más categórico: "Si hay alguien que tiene algo para reclamar somos los intendentes, que en la mayoría de los casos teníamos encuestas que nos daban 10 puntos más de ventaja yendo solos que lo que terminamos sacando en la boleta con Kirchner".
Anoche, al cierre de esta edición, el secretario general de la gobernación, José "Pepe" Scioli, escuchaba la bronca y los reclamos de un grupo de intendentes de la primera sección durante una cena en Escobar.
El hermano del gobernador viene manteniendo reuniones reservadas con pequeños grupos de intendentes para tratar de reconstruir fuerzas y apuntalar la gestión tras la derrota electoral. Esos encuentros suelen ser mucho más provechosos para conocer los sentimientos reales de los jefes municipales que las reuniones multitudinarias que organizó el gobernador en las últimas semanas.
Pepe ya escuchó reclamos de que su hermano debe tomar mayor distancia de Kirchner y ceder espacios en el justicialismo.
Es que en un tono menos estridente, los intendentes reclaman una apertura del partido similar a la que piden los gobernadores. Entre sus aspiraciones de máxima postulan colocar a un representante de la primera sección electoral (conurbano norte) y otro de la tercera (sur) en la Comisión de Acción Política a la que Scioli le cedería las riendas del PJ en el corto plazo.
Mientras tanto, Kirchner sigue convencido de que muchos intendentes lo "entregaron", promoviendo el corte de boleta en la elección. Y el fiel Mario Ishii, de José C. Paz, ya pidió licencia para salir a la cacería de los "traidores" para "conversar con ellos".
En este contexto es que muchos intendentes tomaron la frase de Kirchner como una nueva señal de que el ex presidente los responsabiliza por la derrota del oficialismo. Y crece la preocupación entre ellos ante las posibles represalias.
Como ya contó Clarín, hay intendentes que temen que la venganza K se expresará en la retención de fondos para las obras que fueron anunciadas durante la campaña. Los municipios más perjudicados, claro, serían aquellos en que fue más pronunciado el corte de boleta entre la porción de concejales (en muchos casos liderada por la candidatura testimonial del propio intendente) y la de diputados nacionales encabezada por Kirchner.