Por Roberto Aguirre Blanco

Francisco De Narváez se convirtió en el ganador absoluto de Gran Cuñado 2009 al imponerse en la final con el 54,01 por ciento de los votos y vencer al ex presidente Néstor Kirchner, quien repitió la 'derrota' de las elecciones legislativas del pasado 28 de junio.

El tercer puesto fue para el ganador de la edición 2005, Mauricio Macri, quien tuvo a su favor los votos del 25,02 por ciento de los espectadores del programa que conduce Marcelo Tinelli.

El cuarto lugar fue para el vicepresidente Julio Cobos quien sumó la adhesión de 18,04 por ciento de los votos del público, que lo llevó a la final sobre los 19 participantes originales del segmento de "Showmatch".

El show final incluyó números musicales de los cuatros finalistas y palabras de algunos de los verdaderos políticos que apoyaron a sus alter egos en la recta final del segmento del programa de Canal 13.

En un video, De Narváez -flamante padre de su sexto hijo- reconoció el impulso que le dio a su candidatura y al triunfo final en las elecciones legisltativas de 2009 la gran actuación del actor Roberto Peña en el rol del hombre de Unión-Pro.

"Nuestro triunfo se enteraron en todo el mundo, así que esforzate, esforzame. Lo que viene por delante es un gran trabajo y vos tenés (por su personaje) algo que ver. Si ganamos a festejar y si perdemos no esperes hasta la dos de la mañana para reconocer la derrota porque nos sacan del aire", dijo De Narváez.

Luego agregó que la política es "algo serio" pero que Gran Cuñado logró humanizar a "los políticos".

Tinelli comentó que había enviado una cámara a El Calafate para que el verdadero Kirchner hiciera su comentario sobre esta final, pero eso fue un esfuerzo sin sentido".

Tras oficilizarse el triunfo, el verdadero De Narvaéz se comunicó con el ganador de "Gran Cuñado" desde la clínica donde se encontraba tras el nacimiento de su sexto hijo, Antonio, quien también tuvo su clon en el piso de Ideas del Sur interpretado por Campi.

De esta manera, tras tres intensos meses, finalizó el segmento de "Showmatch" que tuvo en vilo a los políticos y que aunque nadie quiera reconocerlo abiertamente, ayudó y perjudicó a varios de ellos en la campaña proselitista, especialmente a los que no tuvieron justamente "sentido del humor".

Las palabras finales de Freddy Villarreal en su personaje de Kirchner definieron la filosofía que intentó imponer Tinelli: la idea de reírse de los políticos sin ofender, y postular que en el juego de la Democracia los dirigentes deben tener "buen humor".

"Sólo fuimos un programa de humor para divertir a la gente", expresó Peña en el rol de De Narváez, al festejar la victoria.

El último programa de "Gran Cuñado" no tuvo un buen arranque ya que perdió la primera hora y media contra "CQC", que por primera vez le ganó en esos segmentos, pero luego, sobre la hora de la definición, logró ser primero y tener picos de 25 puntos.

De todas formas, todo estuvo muy lejos de lo 39 del primer programa de "Gran Cuñado" o los promedios de 32 puntos en las visitas al piso de Francisco De Narváez, Mauricio Macri, Daniel Scioli y Sergio Massa.

Luego de las elecciones del 28 de junio el rating cayó en picada tras la descompresión del acto electoral y en ese camino Tinelli decidió el final y habilitar a partir de este martes el "Gran Cuñado Vip", dedicado a los famosos.