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23 de noviembre de 2024
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Berlusconi no se privaba de nada, orgías incluidas
Patrizia D'Addario contó que una noche se negó a acostarse en la cama del premier italiano porque en la habitación había otras dos prostitutas. Más escándalo
12 de julio de 2009
Las "chicas" del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, le siguen dando dolores de cabeza.

La que volvió al ruedo es Patrizia D'Addario, la mujer que asegura haber cobrado 2.000 euros por mantener relaciones sexuales con el premier, contó ahora que una noche rechazó dormir con él porque en la habitación había otras dos jóvenes prostitutas de lujo y a ella no le gustan "las orgías".

"Las orgías nunca me gustaron y me habría encontrado en una situación desagradable", explicó D'Addario en declaraciones al diario "La Repubblica", en las que reiteró que "il cavaliere" conocía que las mujeres que asistían a sus fiestas en Palazzo Grazioli, en Roma, eran prostitutas de lujo, regenteadas por el empresario Gianpaolo Tarantini, quien está siendo investigado por la fiscalía de Bari por supuesta inducción a la prostitución.

D'Addario, de 42 años, contó al diario italiano que la noche del 15 de octubre de 2008 se negó a dormir "en la cama grande" de la residencia oficial –un obsequio del líder ruso Vladimir Putin a Berlusconi- porque en esa oportunidad había en la cena "por los menos cinco (prostitutas de lujo), dos de ellas muy vistosas y lesbianas".

Tras la comida, alguien le indicó que pasara a la habitación. Allí, "no estábamos solos, sino que también estaban las dos 'escort' (prostitutas de lujo) que comenzaron a acariciar al sultán" como D'Addario llama a Berlusconi.

El premier –según relata la mujer- le pidió con gestos que se uniese al trío, pero ella se metió en un baño y salió cuando el grupo había vuelto al salón.

El diario italiano afirma que las declaraciones de Patrizia fueron confirmadas por otra mujer, María Teresa De Nicoló, de 37 años, quien también participó en otras fiestas y que dijo que el "ritual" se repetía en cada fiesta, tanto el Palazio Grazioli como en la residencia de Villa Certosa.

Nicoló –quien también asegura haberse acostado con Berlusconi por 2.000 euros- reveló partes de esa rutina: "Vestidito negro y poco maquillaje y antes de ir a la cama, si lo pedía el patrón (Berlusconi), había que estar totalmente dispuesta a mostrar admiración por los éxitos de Silvio, divertirse con sus chistes y cantos y agradecerle los regalitos de 'tienda de segunda categoría' (que les hacía)".

"La Repubblica" subraya que el comportamiento privado del primer ministro está en "flagrante contradicción" con los valores que proclama en público, "Dios y familia", y con las leyes que propone al Parlamento, "entre ellas penalizar a quien induce a la prostitución y se acuesta con prostitutas".

Estos nuevos capítulos sobre las fiestas "picantes" salen a luz sólo dos días después del cierre de la cumbre del G-8, que se llevó a cabo en la ciudad italiana de L'Aquila.