Envió a un diario de EE.UU. los e-mails entre el gobernador de Carolina del Sur y su amante porteña. Es un hombre de negocios argentino, que enfureció al conocer la historia
Nada peor que un hombre despechado.
La saga del Gobernador de Carolina del Sur, Mark Sanford, continúa pese a los esfuerzos que está haciendo para reconciliarse con su esposa y retomar la rutina de la gobernación.
Todos los días aparecen detalles nuevos sobre su apasionada relación con la argentina María Belén Chapur.
The New York Times reveló el misterio sobre cómo habrían llegado a manos de The State, -el diario principal de Columbia, la capital de Carolina del Sur- copias de los e-mails privados que Sanford intercambió con Chapur luego de que la amistad que los unió durante 7 años se transformó en un "affaire". Es la historia de otro amor frustrado.
Los corresponsales de The New York Times en Buenos Aires, Alexei Barrionuevo y Vinod Sreeharsha, afirman que un ejecutivo de la televisión argentina que conoce a Chapur les dijo que el responsable de la violación y filtración de los e-mails fue un ex novio con quien la argentina salió brevemente después de que el affaire con Sanford ya había comenzado.
Clarín habló con el ejecutivo y confirmo la versión. "El novio descubrió uno de los e-mails. Tenía tanta bronca que jaqueó la computadora de Chapur y envió todos los e-mails anónimamente al diario de Carolina del Sur. Cuando ella se enteró, terminó inmediatamente la relación", dijo.
"El gobernador, enterado de que el diario tenía esa correspondencia explosiva, comenzó a preguntarle cómo era posible que los e-mails de ellos estuvieran en manos del diario", explicó el ejecutivo a Clarín, afirmando que la fuente de esta versión es una amiga íntima de Chapur.
El ejecutivo explicó que no sabe el nombre del novio despechado. Pero Chapur menciona en uno de los e-mails que le envió a Sanford el 9 de julio del 2008 la relación con un joven. Se queja de haber viajado con él a Ilhabela, una isla situada cerca de San Pablo.
En el e-mail Chapur le explica a Sanford que fueron a Ilhabela porque en esa semana se corría una carrera de Yachts organizada por la empresa Rolex.
La mujer da a entender que su ex novio era uno de los organizadores de la carrera o uno de los corredores, ya que dice que esta muy contenta porque se pasa el día sola.
"Eso puede sonar horrible, pero es realmente lo que siento", dice.
En The State, el diario que recibió los e-mails, dicen que no pueden confirmar esta versión ya que los recibieron de manera anónima. El editor del diario, Steve Brook, se limitó a comentar que "es interesante".
The State recibió estos e-mails en diciembre del 2008, pero según John O'Connor uno de sus redactores, recién pudieron confirmar su veracidad el miércoles último.
Ese día el diario recibió una nueva pista de forma anónima indicando que Sanford, cuyo destino todo el mundo ignoraba desde hacia una semana, estaba llegando en un avión procedente de la Argentina.
Brook decidió entonces enviar a uno de sus periodistas a Atlanta, donde aterrizan los vuelos que vienen de América del Sur para hacer conexión con Carolina del Sur.
Cuando Sanford se vio confrontado con la periodista decidió darle una entrevista en la que reconoció por primera vez que venía de Buenos Aires.
The State se movió rápidamente. Llamó entonces a la oficina del gobernador diciendo que tenia e-mails del gobernador y de una mujer argentina con la que estaba teniendo un affaire y que pensaban que eran genuinos.
A las pocas horas, enterado de que el escándalo ya era imparable, Sanford, una de las estrellas republicanas que postulaba a ser candidato presidencial, dio una conferencia de prensa y reconoció su relación con su "muy, muy amiga argentina".
Su esposa Yenny entró en estado de shock. Según una entrevista que le concedió a Associated Press sabia de la infidelidad de su marido desde hacia cinco meses. Pero le había pedido encarecidamente que terminara la relación y que no la volviera a ver. Hace diez días, cuando su marido literalmente desapareció de la gobernación, estaba convencida que se había ido a algún lugar a meditar sobre lo que había hecho y a escribir un libro. Pero Sanford se escapó a Buenos Aires sin que nadie lo supiera.
Hacía mucho tiempo que la esposa de un político infiel no aparece junto a él, el día de su confesión. En general -incluso Hillary Clinton- dejan su orgullo de lado y en nombre de las carreras de sus maridos, lo apoyan hasta las últimas consecuencias.
Ex ejecutiva en Wall Street y jefa de todas las primeras campañas políticas de su marido, Jenny optó por dejar que su marido hiciera su pedido de perdón solo.