Rubén Giustiniani encabeza las encuestas en Santa Fe. Esperanzado, vaticina el fin del kirchnerismo porque "se agotó".

En una entrevista con lanacion.com, el candidato del Frente Cívico y Social, y punta de lanza del proyecto presidencial de Binner, embistió contra Reutemann y apoyó la hipótesis que recobró fuerza en los últimos días según la que el ex gobernador y Agustín Rossi, la cara de la Casa Rosada en la provincia que aspira a renovar su banca en Diputados, tienen un acuerdo para unirse después de las elecciones.

- ¿Cómo ve el último tramo de la campaña?

- Venimos registrando un crecimiento sostenido que nos permite sacar una cabeza de diferencia. Tenemos mucha expectativa de triunfo.

- ¿Y del clima de la campaña?

- A Reutemann le molestó mucho cuando hicimos un contraste entre 17 meses de gestión del Frente Cívico en relación a dos décadas y media de gobierno justicialistas en la provincia.

- ¿Qué cosas concretas lo diferencian de Reutemann?

- Nunca acompañé a este Gobierno. Y él lo hizo durante cinco años de manera sostenida: apoyó los decretos de necesidad y urgencia, las leyes de emergencia y los superpoderes, todas herramientas que permitieron que a Santa Fe se le roben 2300 millones de pesos anuales por incumplimiento de la ley de coparticipación federal. El empezó a diferenciarse en el tema agropecuario, pero expresa a una parte del justicialismo. En Santa Fe, el PJ se presenta con dos caras: la oficialista de Rossi y la supuestamente opositora de Reutemann.

¿Por qué supuestamente opositora?

- Porque no tengo ninguna duda de que el 28 a la noche Néstor Kirchner va a sumar las dos boletas. El propio Reutemann dijo que disputa un mismo mercado electoral con Rossi. Ellos son el justicialismo. Nosotros somos otra alternativa.

- Rossi plantea lo contrario: que Reutemann y usted son dos expresiones de un pensamiento similar y que prueba de ello es que últimamente votaron igual en el Senado...

- Si Rossi repasa bien las votaciones va a ver que muchos de sus compañeros del kirchnerismo han empezado a migrar a otras fuerzas. Esto es lo que pasa en el justicialismo que tiene mucho olfato de poder y cuando los legisladores ven que el kirchnerismo descendió en las encuestas decidieron pasarse a los bloques que siempre estuvimos en la oposición y votamos sistemáticamente en contra de las cosas que vemos como avances contra el federalismo.

- ¿Reutemann está entre esos legisladores?

- Claro que sí. Sólo a partir de la 125 empezó a diferenciarse del Gobierno.

- ¿Qué va a cambiar en el Congreso a partir de los resultados del 28?

- Mucho. Estoy convencido de que va a haber un voto de castigo al Gobierno. La oposición va a tener mucho más espacio. El 29 se termina la mayoría disciplinada. Vamos a tener un mejor Congreso que va a sancionar leyes mejores.

- ¿Y en el país?

- Se abre una nueva etapa. Que el mal gobierno del kirchnerismo se ha ido agotando y que camino a 2011 va a haber dos expectativas: la que ofrezca la puja dentro del justicialismo o la que ofrecemos nosotros.

- ¿Binner va a ser candidato?

- Es muy temprano para hablar de candidaturas. En la Argentina pueden pasar muchas cosas. Además tenemos que cumplir con las funciones para las que fuimos elegidos, Hermes al frente de la provincia y nosotros en el Parlamento.

- ¿Cree que Reutemann y Rossi van a terminar actuando juntos como advierten algunos?

- Esa posibilidad existe. Es parte de la puja que se está empezando a vislumbrar dentro del justicialismo con un kirchnerismo que ya muestra su declinación y el enmascaramiento de la derrota que pretende hacer Néstor Kirchner con la presentación de un candidato del justicialismo como Reutemann que pueda ser potable en 2011.

- ¿Pero cree que tienen un acuerdo?

- No tengo duda de que después de las elecciones dentro del justicialismo va a haber conversaciones para establecer los liderazgos y después, como nos tienen acostumbrados, se van a encolumnar todos detrás del elegido, del que tenga más poder.

- ¿Cuál es su pronóstico para la elección a nivel nacional?

- No tengo duda de que va a haber un voto castigo al Gobierno, que el Gobierno ha tratado de enmascarar la derrota por todos los medios: primero adelantando las elecciones, después con las candidaturas testimoniales y por último con cosas como las que hicieron en Santa Fe para el 28 a la noche hacer creer que el kirchnerismo no perdió.