Mastellone Hnos. SA, la compañía del empresario Pascual Mastellone que controla la emblemática industria láctea La Serenísima, confirmó hoy que abrió una negociación de venta con la multinacional Danone.

Lo hizo a través de una carta a la Comisión Nacional de Valores.

Si bien en su comunicación no habla aún de venta de la empresa, señaló que "se han analizado preliminarmente distintas alternativas de negocios".

La Serenísima y la multinacional Danone sellaron un joint venture en 1996 y hoy comparten la logística del abastecimiento de leche cruda y la distribución de varios de sus productos.

"Existe una diálogo fluido y constante entre las dos empresas, con el objetivo de evaluar mercados, políticas y estrategias que sean de interés común para las actividades de ambas. Dentro de ese marco, se han analizado preliminarmente distintas alternativas de negocios, destacándose que no existe ningún acuerdo al respecto".

Con la confirmación de la negociación abierta, recrudecieron las versiones sobre que Danone se haría cargo de la láctea junto a un socio nacional.

Danone no la compraría sólo. Iría acompañado de Arcor, desde una compañía en la que el grupo francés es socio del holding de la familia Pagani.

También trascendió que si bien no se acordó el precio, la operación entre Danone y Mastellone se habría cerrado el viernes en París. Consultados, los voceros de Arcor indicaron que no estaban enterados de su propia participación. "Somos una empresa de alimentos pero nunca estuvimos en el sector lácteo", enfatizaron.

Desde temprano, el cuartel de General Rodríguez, base de La Serenísima, la sede corporativa de Puerto Madero y la casa matriz de Danone en París recibieron cientos de llamados sobre la información que sacudió al ambiente empresario.

Se trata del cambio de manos de lo que es la mayor compañía láctea de la Argentina, titila entre las más modernas del mundo y forma parte de ese racimo de empresas de capital nacional.

Ante la pregunta de este diario, los industriales culparon a la política oficial, "que ahogó un sector estratégico. Ahora vienen otros y se llevan por nada las empresas", deslizaron solicitando el off the record.

Mastellone, de 79 años, que hizo de La Serenísima el objetivo de su vida, desarrolló un management profesional, "pero ninguno con su capacidad de liderazgo", apuntaron cerca suyo.

Y pese a que este año la empresa saldrá hecha, La Serenísima perdió $265 millones en 2008 y acumula deudas por US$ 230 millones. Hace poco, Danone acudió en su ayuda para pagar un vencimiento. Ayer se aseguró que abonará el próximo.

Danone y Arcor son socios en Bagley Latinoamérica, la número uno del rubro en todo el continente. Allí concentran las marcas de galletitas, los Bon o Bon, las barra de cereales y hasta los alfajores Ser, en una firma en la que Arcor tiene el 51% y el control y Danone, el resto. Los franceses, para evitar objeciones del gobierno y la posibilidad de que ingrese otro grupo a La Serenísima, habrían decidido utilizar esta sociedad, que factura US$ 550 millones, como el vehículo para comprar La Serenísima.

Mastellone y Danone son viejos conocidos y profundizaron una química personal desde la relación comercial que se inició en 1996.Hoy comparten la carga de 1.300 camiones de reparto diarios que llegan a 80.000 puestos de venta. El último escollo fue convencer al fondo Dallpoint, de Carlos Agote, con el 34% de Mastellone.

La Serenísima, fundada por el padre de Pascual Mastellone cumple 80 años en noviembre. Para entonces Pascual seguirá siendo el CEO, pero habrá nuevos dueños.