Lo revelaron los primeros estudios de los cadáveres alojados en el Instituto Médico de Recife. La mayoría está entero pero a sus familiares se les impidió verlos
Los técnicos de Brasil y Francia que trabajan en la identificación de los cuerpos en el Instituto Médico Legal de Recife constataron que los cuerpos están en avanzado estado de descomposición, aunque la mayoría están enteros.
A los familiares se les impidió verlos y acceder a sus objetos personales
A los familiares se les impidió ver los cadáveres y tampoco se les permitió acceder a los objetos personales de las víctimas, ya que están lacrados, y cualquier alteración podría dificultar los trabajos de investigación, consignó la agencia DPA.
Los 44 cuerpos, que fueron rescatados hasta hoy, llegaron a tierra desvestidos o apenas cubiertos por ropa, lo que sugiere que las prendas fueron arrancadas por acción del viento, y estaban prácticamente íntegros, y no mostraban señales de quemaduras.
Además, la mayoría de los cuerpos presentaban múltiples fracturas en los miembros superiores e inferiores y en la región de la cadera, lo que indicaría que la muerte se produjo por politraumatismo provocado por el choque con el agua a alta velocidad.
Tampoco se verificó ninguna muerte por ahogo, lo cual supondría un fallecimiento ocurrido después de la caída del avión.
Estos datos revelarían que el Airbus se partió en pleno vuelo, y debilita la posibilidad de que haya habido algún incendio o explosión previo a su caída.
La hipótesis de la desintegración parcial también estaría explicada por el hecho de que los equipos de rescate encontraron dos líneas de cuerpos, distantes entre sí 85 kilómetros.
Según especialistas, si el avión hubiera caído entero al mar, los cuerpos deberían estar más próximos unos de otros, aun después de permanecer varios días a la deriva.
También refuerza la hipótesis de desintegración al menos parcial de la aeronave, el estado en que se hallaron los 37 pedazos del avión con que se cuenta hasta hoy.
Las explicaciones para que un avión se parta en pleno vuelo "son pocas", indicó Ditchey, quien sostuvo que "una de ellas es cuando se tiene una pérdida de control que lleva a una sobrecarga estructural, lo que sucede cuando las fuerza encontradas por el avión son mayores de las que el diseño del avión permite".
Una posibilidad de que eso ocurra es cuando el avión alcanza una velocidad superior a la soportada por la estructura.
Cuando eso sucede aparecen fisuras en el fuselaje que se transforman en agujeros, despresurizan el avión y acaban por hacerlo partir.
La búsqueda de cadáveres se extenderá hasta el 19 de junio y se evaluará si hay posibilidades de encontrar más cuerpos.