La 'sensación de inseguridad' sigue matando en la Argentina.

El comerciante Marcos Wilejto salía de su casa, ubicada en Argañaraz 1948, partido de Avellaneda, cuando fue interceptado por dos miserables que intentaron ingresar a su vivienda.

El hombre, de 55 años y viudo desde hace dos luego de que su esposa muriera tras una grave enfermedad, se resistió al robo y fue fusilado.

Según el relato de los testigos, Wilejto, padre de dos jóvenes de 16 y 18 años, "siempre salía a la misma hora en su cochecito, que no era un modelo nuevo, para ir a su trabajo en un local. De pronto, escuchamos el sonido de un balazo y cuando salimos lo encontramos tirado en el piso en medio de un charco de sangre".

Una de las vecinas dijo que "a Marcos no le dieron tiempo a nada, simplemente lo fusilaron de un balazo cuando intentó defender la vida de sus hijos, que estaban dentro de la casa".

"Seguro que tuvo miedo de que le hagan algo a sus hijos. Ya había perdido a su esposa, y sus hijos eran su mayor tesoro", agregó otra mujer.

Fuentes policiales confirmaron el hecho y señalaron que la víctima recibió un balazo en el tórax, por lo que fue trasladado al Hospital Fiorito, donde perdió la vida producto de la gravedad de la herida. Al mismo tiempo, aseguraron que hasta el momento no hay detenidos por el crimen.

La vida de Wilejto estaba dedicada a su trabajo y a sus hijos, ya que en 2007 su mujer falleció, luego de luchar contra una grave enfermedad. Esto fue confirmado por una vecina de la zona, quien recordó que "hace dos años había perdido a su querida esposa, tan buena persona como él, por una grave enfermedad. Pero él seguía adelante por sus hijos".

"Siempre trabajó en el mismo comercio, era una hombre que se dedicaba a trabajar y cuidar a su familia. Un excelente vecino que no merecía morir de esta manera tan cruel", indicó otra mujer, conmovida por el asesinato y una nueva pérdida que golpea, indicó Diario Popular.