En los últimos tres meses, los hechos aumentaron en el país. En abril se alcanzó la marca más alta de inseguridad registrada desde marzo de 2008. El avance del mal
Según un índice de la Universidad Di Tella, en los últimos tres meses, los hechos aumentaron en el país. En abril, la marca más alta de inseguridad registrada desde marzo de 2008. La crisis económica y la retracción del empleo, las causas
El estudio cuantifica los hogares que padecieron por lo menos un delito en los últimos 12 meses y examina la delincuencia, con sus tipologías delictivas, en 40 grandes ciudades argentinas.
Al relevar la inseguridad en los centros urbanos, el índice mostró que en el 31,8 por ciento de los hogares argentinos encuestados en mayo, algún miembro familiar había sufrido un delito.
En abril, esa misma tasa alcanzó su máxima expresión, con víctimas en el 38,7% de los hogares. Mientras que, en marzo, la inseguridad fue padecida por el 32,3% de las familias.
Especialistas en el tema atribuyen ese incremento a dos hechos concurrentes: la crisis económica, con la constricción del empleo; combinada con la proximidad de las elecciones.
La tipología delictiva predominante en mayo al igual que en abril y en marzo fue el robo con violencia padecido por el 42,4% de los hogares. Lo siguió, con el 22,4%, el hurto de objetos personales. El robo en viviendas lo sufrió el 8,7%, y el 5,7% padeció el robo del automotor.
A contrapelo de la tendencia registrada a lo largo del último año, cuando el mayor número de víctimas pertenecía al Gran Buenos Aires, en mayo crecieron un 5,2% los delitos en la Capital, y un 5,4% en el conglomerado urbano conformado por Córdoba, Mendoza, Rosario y Tucumán. Según el IVI, la delincuencia en el conurbano bonaerense bajó en mayo el 5%.
La criminalidad decrece en los centros urbanos con menos de 100.000 habitantes donde se registra el 20% de los delitos, frente a las urbes con más de medio millón de personas, que alcanzan el 32% de los hechos de inseguridad según informa el diario La Nación.
Los hogares con mayor nivel educativo, dice el informe, demuestran en los hechos ser más propensos a sufrir un delito.
Así, entre las víctimas de mayo, el 44,6% correspondió a personas con estudios universitarios; el 29,4%, con nivel secundario, y el 27,3%, con formación primaria.