Lo dice un sondeo de Aurelio. Obtiene 42,3 contra 30,4 de Unión-PRO. En el interior bonaerense aventaja el "Colorado", aunque no alcanzaría para revertirlo. Pero un sondeo de Poliarquía lo da primero a De Narváez
Si las elecciones hubiesen sido este domingo, el oficialismo liderado por Néstor Kirchner hubiese logrado un triunfo en el conurbano bonaerense sobre el peronismo disidente y el macrismo que encarna Francisco de Narváez, por 42,3 a 30,4 % en el conurbano bonaerense, según según un sondeo concluido el 5 de junio por la consultora Aresco, de Julio Aurelio.
Terceros en el conurbano se ubicaría el Acuerdo Cívico liderado por Margarita Stolbizer, con el 14,3, y, en forma sorprendente, cuarto Martín Sabbatella, el ya histórico intendente de Morón, con el 7,1.
La encuesta de Aurelio no incluye el interior de la provincia de Buenos Aires, donde la elección sería desfavorable al oficialismo, aunque no alcanzaría para revertir la tendencia.
No obstante, otra encuesta elaborada por la consultora Poliarquía para el opositor diario La Nación, asegura que De Narváez mantiene una sorpresiva leve ventaja, aunque con un 20% de indecisos, un nivel alto a tres semanas de las elecciones.
Según La Nación, las elecciones en la provincia de Bueno Aires, claves para el proyecto de poder del oficialismo, podrían arrojar el próximo domingo 28 un resultado no esperado por el Gobierno.
Según una encuesta de la consultora Poliarquía, elaborada para La Nacion, Francisco de Narváez aventaja hoy al ex presidente por 3,1 puntos, en la disputa por las diputaciones nacionales.
El trabajo de Poliarquía le otorga 27,6 puntos a la lista que lideran De Narváez y Felipe Solá (Unión Pro). Kirchner y Daniel Scioli (Frente Justicialista para la Victoria) los siguen con 24,5 puntos de intención de voto. Más abajo, el sondeo ubica a la lista que encabezan Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín (Acuerdo Cívico y Social), con 12,6 puntos, seguida de lejos por Martín Sabbatella (Nuevo Encuentro), con 3,9, y por el ex comisario Luis Patti (Con Vos Buenos Aires), con 1,7 puntos.
Esos resultados muestran una polarización del voto entre los dos sectores del peronismo, lo que relega al tercer lugar a los representantes del acuerdo que sellaron la UCR, la Coalición Cívica, de Elisa Carrió, y el Partido Socialista.
De Narváez aventaja a Kirchner incluso en el decisivo conurbano bonaerense, tradicional bastión kirchnerista. A diferencia de las encuestas difundidas hasta ahora, ésta es la primera de las que se conoce que invierte la relación de fuerzas entre Kirchner y De Narváez. Sin embargo, el trabajo de Poliarquía mantiene un 20 por ciento de indecisos, que podrían modificar el resultado.
"Hay una tendencia clara en favor De Narváez, pero con una diferencia de sólo 3,1 puntos con el kirchnerismo, y tomando en cuenta que nuestro error muestral es de 2,9 puntos, cualquiera de los dos puede terminar ganando", sostuvo Fabián Perechodnik, director de Poliarquía.
Más allá de estas aclaraciones, la ventaja de De Narváez es la mayor sorpresa del sondeo. Los motivos aparecen cuando se analizan en detalle los cuadros de Poliarquía.
Allí se confirma que el candidato del peronismo disidente penetró en el conurbano (incluye los tres cordones del Gran Buenos Aires), que parecía blindado por el oficialismo, y ahí logró un empate técnico con Kirchner: 27,2 para el empresario y 26,9 para el ex presidente. A esto se suma que lo aventaja en el interior, con 28,2 puntos contra 20,8 del kirchnerismo.
Según esos datos, al oficialismo no le va tan mal como se creía en las ciudades del interior provincial (las más afectadas por el conflicto con el campo), pero en el conurbano no logra una ventaja que le permita remontar esa diferencia.
La clave de De Narváez para crecer tanto en el interior como en el conurbano parecen las generaciones sub 40. En la franja etaria que va de 18 a 25 años el empresario le saca una ventaja de 8 puntos al kirchnerismo, y en el grupo que va de 26 a 40 años, lo supera por 9,4 puntos. En cambio, en la franja de 41 a 60 años están casi empatados, mientras que Kirchner gana por 3,4 puntos entre los mayores de 60.
La otra novedad de la encuesta es la diferencia que separa al panradicalismo de los dos candidatos peronistas. Como se preveía, a Stolbizer le va mejor en el interior provincial (donde la UCR tiene varias intendencias y candidatos del campo) pero esos 16,6 puntos no le alcanzan por ahora para ganarle ni a De Narváez ni a Kirchner en ese territorio, y menos cuando se promedian con los 10 puntos que obtiene en el conurbano.
Además, por contraposición a De Narváez, su mejor desempeño está entre los mayores de 60 años, y el peor con los jóvenes. En cambio, en una mirada por sexos, Stolbizer es la única que consigue una ventaja por género: la votan casi un 4% más de mujeres que de hombres.
En el caso de Sabbatella, se destaca su ventaja en el conurbano con respecto al interior: 5,7% de votos contra apenas 1,2, mientras que Patti tiene un desempeño muy parejo en los dos lugares.
El nivel de educación del electorado muestra contrastes todavía más marcados entre los primeros postulantes. Kirchner recoge la mayor parte de los votos entre los ciudadanos con estudios primarios, De Narváez entre los de estudios secundarios, y Stolbizer entre los universitarios, igual que Sabbatella. Patti, en cambio, es más fuerte en aquellos con estudios primarios, igual que Kirchner.
Pero para estar más cerca de anticipar qué pasará el día de la elección, hay que mirar con atención la consolidación del voto de los candidatos y su piso y techo electoral. En el primer terreno, Kirchner es el más favorecido. El 79% de sus votantes asegura que no cambiará su decisión, contra el 69% de voto consolidado de De Narváez y Stolbizer.
En cambio, los votantes más indecisos son los de De Narváez. El 28% de sus potenciales electores dijo que podría cambiar de idea, contra el 19% de los que votarían a Kirchner y el 22% de los que eligen a Stolbizer. En el caso del cálculo de sus expectativas electorales, De Narváez saca esta vez ventaja, con un voto máximo posible de 47,9%, contra 41% de Kirchner y 23,8% de Stolbizer. La candidata de Carrió pierde en este ítem.
Sobre los indecisos, el trabajo reconoce que un 20 por ciento es un número alto (puede variar considerablemente el resultado final), pero es un dato normal cuando faltan 3 semanas para las elecciones. En los últimos años cada vez más personas definen su voto en la última semana, o incluso en la soledad del cuarto oscuro, y ahí las encuestas no pueden entrar.