Un cóctel de bebidas alcohólicas, energizantes y pastillas se cobró al vida de un adolescente en Villa María, Córdoba.

Un grupo de jóvenes se reunió en una casa para hacer la previa antes de ir a bailar y un preparado en la famosa "jarra loca" les jugó una mala pasada. Pero Luis Marcelo "Chao" Keller (23) se descompuso. Era algo más grave que un estado de ebriedad: convulsionó.

De inmediato sus amigos llamaron al servicio de emergencia provincial 136. Pero como el estado de "Chao" empeoraba y la ambulancia no llegaba, llamaron un remis y dos de sus amigos lo trasladaron hasta el Hospital Pasteur.

Luego de ser atendido por los médicos de la Guardia y tras intentar varias veces reanimarlo y estabilizarlo, Luis Keller falleció a las 6.15 del pasado domingo 31 de mayo.

La causa fue caratulada por la Justicia como "muerte de etiología dudosa", pero las pruebas reunidas hasta ahora se orientan a investigar si el cóctel de bebidas alcohólicas mezcladas con medicamentos le habría provocado un paro cardíaco mortal.

"El paciente ingresó muy excitado a la Guardia, con el ritmo cardíaco alterado. Los médicos trataron de estabilizarlo, pero no pudieron", explicó el director del hospital, Guillermo Tomas, al diario Clarín. El funcionario no quiso arriesgar ninguna hipótesis hasta no obtener el resultado de la autopsia.

En la Guardia del hospital de Villa María, un hermano y un amigo del joven dijeron que se había descompuesto luego de consumir fernet con cola, una de las bebidas más tradicionales en Córdoba. Sin embargo, como "Chao" Keller empeoraba y los médicos no podían equilibrarlo, los chicos admitieron que no sólo habían bebido fernet, sino que la mezcla había sido otra: "vodka, un energizante y pastillas".

Al conocerse la noticia, los vecinos de esta ciudad, ubicada a 150 kilómetros al sudeste de la capital provincial,se conmocionaron. Es que todos los fines de semana, son decenas de jóvenes que ingresan al Hospital Regional con signos de abuso de alcohol.

El chico fallecido vivía en las afueras de Villa María, en calle Orcadas Argentinas al 50, de barrio Los Olmos. De familia de clase media baja, actualmente "se ganaba la vida haciendo changas", señalaron sus conocidos.

Desde la Policía, agregaron que "no sabemos qué pudo haber pasado, el joven tenía antecedentes penales, actualmente estaba en libertad. Hicimos algunos allanamientos y sólo pudimos secuestrar bebidas alcohólicas. No hallamos pastillas".

El cuerpo de Luis Keller fue enviado a la Morgue de la ciudad de Córdoba, donde el domingo se le practicó la autopsia. "Como se sospecha que la causa de su muerte está relacionada con la ingesta de alcohol o sustancias químicas, se ordenaron más pericias en sus vísceras. Los resultados van a estar en los próximos siete días", confió una fuente del caso a Clarín.

Por su parte, Verónica Valentín, directora de la Casa Esperanza, una institución de Villa María que trata las adicciones al alcohol o las drogas se mostró preocupada porque "advertimos que en nuestra ciudad es cada vez más baja la edad de inicio en el consumo de alcohol y drogas".

Los familiares y amigos del joven muerto no quisieron hablar del hecho, pero se limitaron a decir que "cuando nos devuelvan el cuerpo lo vamos a sepultar" en un cementerio parque de la vecina localidad de Villa Nueva.