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La distribución del ingreso en peligroso estancamiento
Venía mejorando desde 2003 pero desde 2007 el Gobierno dejó de informar sobre su evolución. Desde entonces la desigualdad se mantuvo: el progreso en el reparto se estancó
28 de mayo de 2009
Parece una característica de este Gobierno: cuando algún dato de la realidad politica-económica local no está como ellos quieren dejan de informarlo. Ahora, sucede con la distribución de la riqueza.

La distribución del ingreso venía mejorando desde 2003, después del penoso nivel alcanzado tras la devaluación de 2002, pero desde 2007 el Gobierno dejó de informar sobre su evolución. Precisamente desde entonces la desigualdad se mantuvo: el progreso en el reparto se estancó.

Este parate, que se coneló en el mismo nivel que tenía en 2001, fue constatado por por tres investigadores sociales: Agustín Salvia, de las universidades de Buenos Aires (UBA) y Católica Argentina (UCA); Leonardo Gasparini, de la Universidad de La Plata, y Ernesto Kritz, de SEL Consultores.

El coeficiente de Gini, el principal para medir la distribución del ingreso (el cero indica la perfecta igualdad y el uno, la perfecta desigualdad), empeoró desde 0,46 en 1995 a 0,48 en 1999 y a 0,50 en 2001. En 2002 se llegó al peor nivel de reparto: 0,53. A partir de 2003 comenzó la mejoría gracias al crecimiento económico, el aumento del empleo, los aumentos salariales y la inflación moderada. El índice Gini bajó a 0,529 en 2003, a 0,506 en 2004, a 0,50 en 2005 y a 0,499 en 2006, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), antes de que fuera intervenido por el entonces presidente Néstor Kirchner, según pudo saber el diario La Nación.

En 2007, cuando el Indec comenzó a subestimar la inflación (y por lo tanto la pobreza y la indigencia), también dejó de publicar el indicador de distribución del ingreso entre las personas. También interrumpió la difusión de la base de datos de la encuesta permanente de hogares (EPH), a partir de la cual se podía conocer el nivel de desigualdad. Dada la falta de acceso a esa base, la mayoría de los investigadores sociales considera imposible calcular cómo evolucionó el índice.

En un informe difundido ayer, SEL recuerda que en 2003 el 10% más rico de la población tenía ingresos 59,7 veces superiores a los del 10% más pobre. En 2006 la brecha se redujo a 33,8 por "el crecimiento de la economía, pero sobre todo [por] la creación de empleos".

En el primer semestre de 2008 (último dato estimado por SEL), el 10% más rico tenía 33,5 veces más que el 10% más pobre. "Detrás de este cambio de tendencia están, primero, la inflación (sobre todo de los alimentos básicos) y más recientemente el debilitamiento del mercado de trabajo", indica la consultora.

SEL recuerda que el nivel en el que se estancó la desigualdad es similar al existente en 1998, cuando el 10% más rico tenía 34,7 veces más que el 10% más pobre. Esa diferencia era de 21,6 en 1988.

Gabriel Calvi, otro investigador de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, destaca que el gobierno de Kirchner había logrado, a diferencia de lo ocurrido en tiempos de la convertibilidad, una mejora de la equidad gracias al crecimiento del empleo, los aumentos salariales, las políticas sociales y las de precios (entre las que incluye las retenciones a la exportación agrícola y los acuerdos de precios).

No ha elaborado su propio cálculo sobre la evolución de la distribución desde 2007, pero no descarta que se haya mantenido igual que en 2006.