Con una inversión superior a los U$S 100 mil dólares, Aeropuertos Argentina 2000 anunció la instalación de esas herramientas para la atención de emergencias
Con una inversión superior a los cien mil dólares, la empresa Aeropuertos Argentina 2000 anunció hoy la instalación de desfibriladores en Ezeiza y el Aeroparque
Jorge Newbery, en el marco de un programa que luego se extenderá a los principales aeropuertos de la concesión.
Este sistema, único en América Latina, se aplica en los aeropuertos más modernos del mundo y se pondrá en vigencia a partir de junio.
Los desfibriladores son equipos que generan descargas eléctricas y ayudan a evitar paros cardiorrespiratorios.
El programa garantiza que por medio de la atención inmediata de los afectados se llegue a la desfibrilación en un tiempo inferior a 3 minutos dentro de toda el área pública y oficinas del aeropuerto.
"El tiempo es crucial ya que luego del suceso, por cada minuto de demora en la desfibrilación se pierde un 10% de posibilidad de sobrevida", destacó la empresa en un comunicado.
La desfibrilación temprana se reconoce como el paso más crítico ya que con ella se restaura el ritmo cardíaco resucitando a la víctima de la muerte súbita.
El sistema está preparado para activarse a través de la apertura de un gabinete, presionando un pulsador de emergencia o activando un poste S.O.S.
Esta maniobra puede ser realizada por cualquier persona que esté observando los acontecimientos, tanto un pasajero como personal de la empresa.
En el Aeroparque Metropolitano funcionarán 8 desfibriladores y 15 en el aeropuerto de Ezeiza.
La muerte súbita cardíaca es una de las causas de fallecimiento más comunes: se estima que sólo en Estados Unidos mueren aproximadamente 350.000 personas por año a causa de este problema.
En Argentina las cifras también son alarmantes y de las 30 a 60 mil víctimas que se estiman anualmente, solo un 5 % llega con vida al hospital.
La desfibrilación automática externa, que se realiza con equipos desfibriladores, es, en el 80% de los casos, el único tratamiento efectivo para resucitar a la víctima.