Tras el fracaso electoral de las medidas que podían ayudar a mitigar la inminente crisis de California, puestas a votación el martes, todo está en venta en el estado
En venta, 172 hectáreas de terreno de primera en la costa, silla eléctrica gratis con la compra. Tras el fracaso electoral de las medidas que podían ayudar a mitigar la inminente crisis de caja de California, puestas a votación el martes, todo está en venta en el estado, incluyendo la famosa cárcel de San Quintín.
La derrota del gobernador Arnold Schwarzenegger en la consulta implica que, a sólo seis semanas de que comience el nuevo año fiscal, al estado le faltan u$s 20.000 millones para cubrir sus gastos, lo que requerirá algunos recortes dolorosos.
Los préstamos de corto plazo para cubrir parte de la brecha no aparecerán fácilmente sin un presupuesto realista que contemple el despido de decenas de miles de empleados, la liberación de prisioneros y la pérdida de cobertura de salud.
California ha tenido muchas veces un papel pionero frente al resto del país, incluyendo el caso de la revuelta de los contribuyentes, hace 30 años, que resultó en la aprobación de la llamada Proposición 13, cuando dos tercios de los votantes respaldaron una medida para poner tope al impuesto inmobiliario. La misma proporción votó esta semana contra las medidas para elevar la recaudación.
Este tipo de democracia directa está mostrando sus fallas y convierte al estado en un laboratorio viviente en temas políticos y económicos. ¿Los votantes aceptarán recortes y el aumento de impuestos que ya están entre los más altos de EE.UU.? ¿Seguirán los prestamistas apostando a que California es demasiado grande para quebrar?
“Ninguna de las mencionadas más arriba” no es una opción. “Demasiado grande para ser ignorado” no debe confundirse con “demasiado grande para caer”. Aunque los californianos representan 13% de los congresistas demócratas, el gobierno de Obama debe resistir la presión para intervenir.