El Vicepresidente piensa hacer declaraciones más contundentes. Cree que el programa puede complicarle sus planes de instalarse como presidenciable
Por estos días, Julio César Cleto Cobos está tan afligido como el personaje que lo imita en Showmatch. Y es que la caricatura del vicepresidente en el sketch ‘Gran Cuñado‘ fue demoledora: lo mostró dubitativo, inseguro, angustiado permanentemente y hasta aislado de los demás participantes.
Cobos sabe que no puede evitar la televisación de la parodia en el programa de Marcelo Tinelli, pero a partir de hoy intentará neutralizar los efectos que la imitación tiene en la opinión pública.
“Va a haber declaraciones más contundentes, más definiciones y se verá la imagen de lo que es Julio: un político que se juega, que le dice al pan pan y al vino vino, esa es la idea”, explicó a El Cronista Comercial un cobista puro que trabaja en el operativo ideado para contrarrestar a El Gran Cuñado.
Cleto tiene muy en cuenta las encuestas que lo posicionaban hasta la semana pasada como el político con mayor imagen positiva de la Argentina. Esos números le abrieron -a partir del ‘voto no positivo‘ en el Senado-, la impensada posibilidad de ser presidenciable en el 2011. Pero el programa de Canal 13 que lidera las mediciones de rating, según las evaluaciones de sus propios asesores, tendría poder de daño como para arruinar los planes a futuro. “El efecto se produce sobre todo entre quienes no terminaban de confiar en Cobos como un presidente posible. Después de mirar el programa sus dudas pueden acrecentarse”, se lamentan en las reuniones íntimas del cobismo.
Por eso, después de una serie de deliberaciones en la última semana, el plan acordado es que Cobos se muestre como la contracara de la caricaturización que esta noche continuará en el show de Tinelli. Lo ideal, coinciden, es que Cleto sea eliminado cuanto antes de la casa de El Gran Cuñado, para que el efecto no positivo se termine cuanto antes, pero saben que tienen algunos programas más por delante porque ni siquiera quedó nominado.
Públicamente, claro está, también quedó definido que el vicepresidente no se peleará con el conductor más popular de la televisión. Guste o no, los números marcan que la penetración del programa de Tinelli es demasiado alta como para tenerlo de enemigo.
“Julio nos dejó en claro que no quiere que llamemos a la producción de Showmatch de ninguna manera, que no quiere interferir en la libertad de expresió”, confió a este diario su vocero. Por eso Cobos, durante el fin de semana expresó su malestar en tono moderado. “Creo que el personaje está ajustado en la voz, lo veo un poco más gordito y en la conducta no me veo muy favorecido. No me veo yo con esas cualidades y condiciones. Espero que repunte en las próximas presentaciones”, dijo en Santa Fe, casi enviando un mensaje a los guionistas de Tinelli para que en el futuro su personaje no sea tan sufrido.
El jefe de la campaña cobista en Mendoza, César Biffi, fue más explícito en declaraciones a los medios de su provincia. “Es una personificación burda y agresiva, muy chocante porque lo ridiculiza demasiado”, dijo.
En la red social Facebook, los jóvenes cobistas abrieron un grupo al que llamaron “Repudiamos al programa Gran Cuñado por estar falseando la imagen de Cobos”. Hasta anoche, el grupo sólo tenía 182 miembros.