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3 de diciembre de 2024
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Cayó un 50% la construcción de viviendas en Capital
Además, hubo una baja de permisos de obra para construir oficinas y comercios. Para referentes del mercado inmobiliario la salida es un plan de créditos hipotecarios
18 de mayo de 2009
La construcción en la Ciudad sigue dando señales para preocuparse. En el primer trimestre del año, la cantidad de metros cuadrados autorizados para hacer viviendas cayó el 51,7% respecto de igual período del año pasado. Además, hubo un marcado descenso de los permisos de obra para construir oficinas, comercios y otras edificaciones de uso económico. Para los referentes del mercado inmobiliario, la única salida es un plan serio de créditos hipotecarios.

Las cifras surgen de un informe elaborado por la consultora Reporte Inmobiliario. Entre enero y marzo de este año, el Gobierno porteño autorizó la construcción de 224.835 m2, cuando en el primer trimestre del año pasado habían sido 465.707 m2.

Este descenso en los proyectos de construcción va de la mano con la caída en las ventas de las unidades que ya están disponibles. Según el Colegio de Escribanos de la Capital, en el primer trimestre se firmaron 3.609 escrituras, contra 4.622 de igual período del año anterior, es decir que se sufrió una baja del 39,3%.

La caída afectó más a los barrios que lideraban el ranking de construcción. "Hoy se ve una distribución más pareja entre los barrios, pero no porque hayan crecido aquellos donde menos se construía sino porque los que más m2 concentraban bajaron y se acercaron a los demás", explicó José Rozados, de Reporte Inmobiliario.

Lo curioso es que, pese a que cae la demanda por comprar departamentos, las unidades aún mantienen su precio. Es que los dueños se niegan a bajar sus pretensiones, por lo que prefieren sacarlos de la venta o volcarlos al alquiler. Sin embargo, esta tendencia también podría estar empezando a cambiar: "Cada vez que hacíamos un relevamiento trimestral el resultado mostraba precios iguales o superiores. Pero en el último, de abril, en el 56% de los barrios los valores fueron inferiores a los de fin del año pasado. No obstante la baja es muy leve, del 1,37% promedio", comentó Rozados.

Pero no sólo la edificación de viviendas se ve golpeada. La construcción de inmuebles de uso económico también cayó. Los permisos de obra para hacer oficinas se desbarrancaron el 68,3%, y los de comercios el 61,5%. Para los especialistas, esto demuestra que los inversores sienten desconfianza del futuro de la economía, no sólo en lo que tiene que ver con lo inmobiliario sino también con lo productivo, porque nadie quiere poner dinero para hacer nuevos locales comerciales.

Se sabe que la construcción es uno de los principales motores de cualquier economía, por la cantidad de trabajo directo (materiales y empleo para albañiles, ingenieros, arquitectos y otros) e indirecto (desde el transporte de materiales hasta la fabricación de muebles, por ejemplo). Voceros de la Unión de Obreros de la Construcción (UOCRA) afirmaron: "Por ahora no se nota la falta de trabajo, porque aún están en obra los edificios que habían sido autorizados hace un tiempo. Pero sí hay más demoras para terminar. Y también es preocupante que se estén cayendo los permisos de obras, porque quiere decir que más adelante faltará trabajo". En el sindicato informaron que en las obras que se están construyendo en la Ciudad trabajan unos 75.000 albañiles, y que, en comparación, un gran emprendimiento como los de Puerto Madero genera más trabajo que varias construcciones chicas, porque precisa más mano de obra intensiva.

Mientras no se corrijan los factores que llevaron a la actual caída (la pelea Gobierno versus campo, la inflación, la crisis internacional y otras), no parece que la situación vaya a mejorar. Salvo que el plan de créditos hipotecarios que el Gobierno prometió lanzar, con el dinero de la ANSeS, realmente sea útil. "La tendencia es a la baja y creo que lamentablemente se mantendrá. La única alternativa es que reaparezca el crédito hipotecario para la clase media. Esperemos que los planes que promete el Gobierno sean sólidos y principalmente que las tasas de interés no sean altas, sino nadie podrá tomarlos. La tasa debería rondar el 5%", aseguró Fernando Esquerro, presidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda.

Néstor Walenten, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, coincidió: "La tasa debería ser inferior al 10%, y el plazo a pagar de no menos de 15 años, con una cuota de entre $ 1.500 a $ 2.000. En otras condiciones, sería muy difícil que una familia de clase media pueda usar uno de esos créditos".