Murió la nieta del fundador de FIAT y madre de Rattazzi
Susanna Agnelli, escritora, ex senadora, ex canciller italiana y hermana menor de Gianni Agnelli, el dueño de Fiat, murió ayer a los 86 años en Roma
16 de mayo de 2009
Era una "institución" para Italia.
Susanna Agnelli, escritora, ex senadora, ex canciller italiana y hermana menor de Gianni Agnelli, el dueño de Fiat, murió a los 86 años en el Policlínico Gemelli de Roma a causa de complicaciones cardíacas surgidas tras una operación al fémur a la que se tuvo que someter tras una caída en su domicilio.
Era además la madre del empresario italoargentino Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Argentina y vicepresidente de la Unión Indutrial Argentina. Y de otros cinco hijos que tuvo de su marido el conde Urbano Rattazzi.
Hija de Edoardo Agnelli y nieta de Giovanni, fundador de Fiat, Susanna contó los años de su infancia, marcada por la estricta disciplina familiar, consciente de su carácter de élite, en una autobiografía que en Italia fue best seller, Vestivamo alla marinara (Nos vestíamos a lo marinero).
Durante su vida alternó su empeño en causas humanitarias -que comenzó durante la II Guerra Mundial, cuando trabajó como enfermera en un buque-hospital- con sus actividades políticas en los planos local, nacional y mundial.
Fue alcaldesa de Monte Argentario, Toscana, de 1974 a 1984, diputada del Partido Republicano en 1976-83, y resultó electa al Parlamento Europeo en 1979, pero renunció a su escaño en Estrasburgo dos años después.
Fue senadora en 1983-87 y luego concentró su labor en asuntos exteriores: fue vicecanciller hasta 1991 y canciller en 1995-96 del gobierno de Lamberto Dini.
Al mismo tiempo, Susanna Agnelli prosiguió su empeño humanitario: en los '70 presidió el Fondo Mundial para la Vida Silvestre (WWF), en los '80 fue el único miembro italiano en las comisiones de la ONU sobre Derechos Humanos y Ambiente y Desarrollo y desde el 1992 era presidenta del Telethon, organización que colecta fondos para los enfermos de distrofia muscular.
Se casó en 1945 con el conde Urbano Rattazzi, con el que tuvo seis hijos, y se divorció en 1975. La llamaban Suni y era conocida por su carácter franco y poco diplomático, que según sus amigos le servía para esconder detrás de una superficie arisca una personalidad vulnerable y sentimental.