El anuncio es parte del plan de reestructuración del gigante automotriz hacia 2010, afectado profundamente por la crisis. Representa el 40 por ciento del total
Al golpe del anuncio de Chrysler, que cerrará 789 concesionarias en los Estados Unidos, se sumó hoy otro golpe a la economía norteamericana: el gigante General Motors, también afectado profundamente por la crisis, anunció que planea eliminar cerca de 40% de sus concesionarios, unos 2400 puntos de venta, hacia fines de 2010, como parte de su estrategia de reestructuración.
Con ese objetivo ya notificó a 1100 de sus 6000 puntos de venta estadounidenses que la compañía automovilística no renovará sus contratos en octubre de 2010. Pero los recortes llevarán a más notificaciones en el futuro.
"Es imperativo que una General Motors sana y viable tenga una red de concesionarios sana y viable que pueda no sólo sobrevivir sino prosperar durante la reversión del ciclo económico. Es evidente que todos los componentes de General Motors, incluidos los revendedores, deben ser más pequeños y más eficaces", explicó el vicepresidente de General Motors encargado de las ventas, Mark LaNeve, citado en un comunicado.
Los concesionarios ya excluidos representan un 18% de la red estadounidense actual del gigante del automóvil, detalla el texto.
Esta tarde, el vicepresidente de ventas en norteamérica de la compañía, Mark LaNeve, tiene previsto informar de forma oficial y en detalle los planes de la empresa.
El plan de reestructuración de GM señala que la compañía reducirá fuertemente su red de concesionarios en Estados Unidos para garantizar su supervivencia. En su proyección de solvencia, la compañía operará con 3600 concesionarios, una vez que elimine las marcas Pontiac, Saturn, Hummer y Saab, marcas que poseen unos 600 concesionarios en todo el país.
La cadena de televisión CNN dijo que muchos de los concesionarios a los que GM no renovará sus contratos tienen previsto cerrar sus puertas en los próximos meses.
Ayer, la quebrada Chrysler solicitó al juez del Tribunal de Quiebras de Nueva York que supervisa su suspensión de pagos, que apruebe el cierre de 789 concesionarios en Estados Unidos para ahorrar dinero ante su falta de rentabilidad.
La petición de Chrysler fue respaldada por el Departamento del Tesoro estadounidense, que le prestó 4000 millones de dólares al fabricante desde diciembre de 2008. Para General Motors, el préstamos ascendió a 15.400 millones de dólares.
Bajo la supervisión del Tesoro de Estados Unidos, General Motors está cerca de llegar a un acuerdo con el sindicato Trabajadores Automotores Unidos (UAW), por el cual se reducirían sus costos laborales por hora en más de 1000 millones de dólares al año, informó hoy el diario Wall Street Journal .
La ambición de GM es más amplia: espera recortar a la mitad su contribución al programa de beneficios de salud de jubilados a alrededor de 10.000 millones de dólares y complementar ese aporte con una participación accionaria de un 39% de la empresa reorganizada, dice el diario, que cita a fuentes cercanas al tema.
Si bien el plan todavía está en negociaciones, la empresa y el sindicato podrían finalizar los términos la semana próxima, afirma el Wall Street Journal .
Ante la bancarrota, la acción de Chysler. Ayer, la automotriz estadounidense dijo que si presenta la bancarrota posiblemente perseguirá una venta rápida de sus mejores activos fuera de la protección de la corte, un proceso similar al de Chrysler. GM tiene hasta el 1° de junio para reestructurar su deuda en bonos y alcanzar un nuevo acuerdo amplio con su principal sindicato.
La automotriz repitió en su presentación de ayer ante la Comisión de Valores de Estados Unidos que esperaba presentar la bancarrota si no resulta suficiente la cantidad de bonos subastados a cambio de sus acciones hasta esa fecha.
Como parte de la reestructuración que ahora encabeza el presidente ejecutivo Fritz Henderson, GM ha conformado un equipo de asesores legales para que preparen una estrategia si la compañía se ve obligada a presentar protección por bancarrota.