Buscó así alejar cualquier posibilidad de renuncia de Cristina en caso de una derrota el 28/6. Cargó contra la dirigencia que habló de una "transición ordenada"
En el acto de lanzamiento oficial de la campaña, el jefe del PJ y candidato a diputado nacional Néstor Kirchner defendió a rajatabla a la administración de su esposa, Cristina Fernández, y le respondió a Mauricio Macri y Hugo Biolcati, quienes habían pedido "una transición civilizada".
Ante un Teatro Argentino de La Plata colmado, y con la presencia en primera fila de la Presidenta, Kirchner denunció que "algunos quieren entrar por la puerta de atrás".
El escenario le trae al kirchnerismo buenos recuerdos, porque allí lanzó las campañas de 2005 y 2007.
Ahora, presentó oficialmente la lista bonaerense que encabeza Néstor Kirchner, quien cargó contra varios frentes (la oposición, los dirigentes del campo, la prensa, los organismos internacionales) y buscó mostrarse fuerte más allá de los comicios del 28 de junio. "A nosotros nos votaron hasta el 2011", sostuvo el ex mandatario.
"Tengan la seguridad de que vamos a estar gobernando en 2011, con todas nuestras fuerzas y toda nuestra voluntad. El 28 de junio el pueblo va a tener la respuesta a esos sueños alucinados de las minorías que quieren llegar por la puerta de atrás", lanzó en el escenario, ante unos 2 mil dirigentes y militantes.
Esa línea del discurso de Kirchner tuvo algunos destinatarios más particulares. Uno fue el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien hace un par de días había sostenido que el ciclo kirchnerista estaba terminado y había pedido pactar una "transición civilizada". El otro fue el titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti, quien deslizó el mismo concepto en una entrevista televisiva y finalmente pidió disculpas.
Oposición y campo, en general, fueron los dos blancos predilectos del discurso del primer candidato a diputado. Pero no fueron los únicos, Volvió a decir sobre el vicepresidente Julio Cobos que él había "tenido la suerte" de tener un vice como Daniel Scioli.
También lanzó algunos dardos contra la prensa. Y si bien no usó las ideas más radicales que habían aparecido en los últimos días (aquello de que si el oficialismo pierde los comicios el país "explota"), advirtió que la elección es "una batalla".
"Nunca en mi vida se me cruzó ser candidato a diputado nacional. Pero viendo lo que pasaba, no soy de ausentarme en las batallas. No dudé un solo instante. Las batallas se dan", sentenció.
El ex presidente retomó su habitual defensa del "proyecto" y del "modelo", con apelaciones a hechos de su gestión como presidente: la renovación de la Corte Suprema, el pago al FMI, la renegociación de la deuda en default.
Cristina Kirchner observó a su esposo desde un palco, con su hijo Máximo al lado. A diferencia de los dirigentes que se instalaron en las butacas del teatro, permaneció casi siempre sentada. La mirada, fija hacia el ex presidente.
Antes hablaron quienes ocupan los números 2 y 3 de la lista: el gobernador Daniel Scioli y la actriz Nacha Guevara.
El mandatario provincial aseguró que va "al frente, con responsabilidad". También deslizó críticas al campo por el conflicto sobre las retenciones y a la oposición por declaraciones "imprudentes", según consideró. La gran diferencia es hacernos cargo. Tenemos en estas semanas que hacer un intenso trabajo", planteó.
El presidente del PJ señaló que "siempre tendremos nuestro corazón y cabeza abierta para discutir todo con todos, aunque no piensen como nosotros, siempre y cuando tengan voluntad. Cierta prensa debe darse cuenta que no puede presionar constantemente a los gobiernos sino ser la trinchera de la libertad de ideas, con objetividad e independencia".
En relación a los medios dijo que "no queremos concentración en la producción mediática sino 70 mil ideas y expresiones" y sostuvo que "somos los mayores defensores de todas las libertades porque hemos sido perseguidos".
“No queremos silencio oscurantista. Esos medios callaron sus bocas en ese momento", sentenció Kirchner, quien agregó que "en mis caminatas todos me piden que ayudemos a la presidenta".
Finalmente, aseveró que "Cristina debe profundizar el cambio y la distribución del ingreso, al igual que combatir las desigualdades".
"El país fue quebrado y su patrimonio vendido. Falta mucho porque nos dejaron en el último escalón del infierno. No es posible trabar todo, como hace la máquina de impedir. Si triunfa se nos caerá el trabajo, los más pobres. Volverán situaciones como en 2001 y es preciso aprender la lección de la historia", expresó.