Un militar abrió fuego en un centro de atención psicológica en una base militar en Bagdad y mató a cinco camaradas antes de ser detenido
El tiroteo ocurrió hoy en la base norteamericana de Camp Liberty, cerca del aeropuerto internacional de Bagdad y adyacente a otra instalación militar que fue visitada el mes pasado por el presidente Barack Obama.
El soldado, "sospechoso de estar involucrado en el tiroteo", estaba bajo arresto, dijo una breve declaración estadounidense sin dar más detalles. Ninguna otra persona resultó herida, dijeron fuentes militares, y agregaron que desconocían las causas del ataque.
En Washington, funcionarios del Pentágono dijeron que el tiroteo había ocurrido en una clínica de atención psicológica a la que los soldados acuden en busca de ayuda por el estrés sufrido durante los combates o asuntos personales.
"Cada vez que perdemos a uno de nosotros, nos afecta a todos", dijo el portavoz estadounidense coronel John Robinson.
La cifra de muertos es la mayor para personal militar estadounidense en Irak en un solo incidente desde el 10 de abril, cuando un atacante suicida en un camión bomba mató a cinco soldados norteamericanos cerca de una estación de policía en la norteña ciudad de Mosul.
La cifra de muertes estadounidense en abril fue de 19, la mayor en siete meses, en medio de un incremento de la violencia en el país.
Los ataques contra oficiales y sargentos se volvieron comunes en los últimos años de la guerra en Vietnam, pero no se consideran raros en los conflictos en Irak y Afganistán.
En 2005, el sargento del ejército Hasan Akbar fue condenado a muerte por matar a dos oficiales en Kuwait poco antes del inicio de la invasión estadounidense a Irak.