Uno de los hijos de Armando Lucero, acusado de haber violado a su hija durante veinte años y haber tenido con ella siete hijos, aseguró que él ya lo había denunciado en reiteradas oportunidades, pero que su madre, oficial de Justicia, siempre desviaba la investigación.

"Yo denuncié a mi padre, pero mi madre es oficial de Justicia y tapaba todo. Este tipo viola a mi hermana desde que tiene 8 años y nadie dijo nada", afirmó Gerardo, de 37 años.

El hombre que se dio a conocer como Gerardo, nombre ficticio que utiliza para preservar su identidad, reveló que cuando iban asistentes sociales a su casa, su madre "los atendía y les decía que no pasaba nada, que todo estaba normal".

"Ahora descubrí que ese tipo tiene otra familia, otra concubina y ocho hijos, a algunas de ellas mujeres que también violaba", indicó.

Gerardo comentó que las dos parejas del acusado estaban al tanto de la existencia de la otra, "pero ellas la toleraban como si fuera lo más normal del mundo".

Otra de las revelaciones que formuló Gerardo fue que él tuvo ser sostén de la casa, porque su padre "no trabajó nunca, salvo en su juventud como chofer de colectivos" y con respecto a su madre mencionó que "estaba endeudada, llena de préstamos y tenía todo su sueldo embargado".

"Yo me fui de mi casa hace muchos años, porque enfrentaba a mis padres por lo que pasaba y lo único que recibía como respuesta eran golpes y amenazas", precisó en declaraciones a Clarín.

Con respectó a su hermana, destacó el valor de haber realizado la denuncia, porque siempre "tuvo mucho miedo", para después aclarar que ella padeció esa "pesadilla" durante mucho tiempo.

Al referirse a su padre, al que volvió a mencionar como "ese tipo", Gerardo consideró que se trata de un hombre enfermo y recordó que "cuando veía por televisión el caso de algún violador decía: ¡Cómo puede hacer eso!".

El detenido que se encuentra en la cárcel de Contraventores será trasladado este lunes a la cárcel de Boulogne Sur Mer.

El diputado y presidente de la Comisión de Derechos y Garantías de la Legislatura provincial, Ricardo Puga, aseguró que el escalofriante caso ya era conocido desde hacía al menos nueve meses, a través de la denuncia de un periodista de un medio local.

Sin embargo, para preservar a los menores de la casa, el hecho fue mantenido en reserva.