Esta droga viene haciendo estragos entre los jóvenes que buscan una salida a sus problemas o son utilizados por el narcotráfico, y terminan encontrando la muerte
Es la "droga de la miseria" y hace estragos entre los sectores más pobres y postergados de la sociedad.
Unos 40 chicos por mes mueren mensualmente en el conurbano bonaerense por causas relacionadas con el consumo de paco, droga que viene haciendo estragos entre
los jóvenes que buscan una salida a sus problemas y terminan encontrando la muerte.
"Los relevamientos que nos llegan de forma oficial registran unas diez muertes semanales de pibes con esta adicción, pero pueden ser muchas más, porque hay un número informal al que por diferentes razones no tenemos acceso", señaló Alicia Romero, de la asociación Madres contra el Paco, a Diario Popular.
Romero explicó que "son chicos que se van para no volver", para después sostener que "eso no lo arregla nadie".
"Hay familias que pierden sus hijos y no dicen nada, por vergüenza o miedo, pero el paco está presente y es el culpable.
Algunos mueren por sobredosis, literalmente reventados, otros porque descontrolan en su adicción y son asesinados por los mismos transas (vendedores) o cuando salen a robar y apenas pueden mantenerse en pie", precisó.
Romero advirtió que "esto no sale en los diarios, ni en la tele, pero es la realidad", y comentó que "en los hospitales se niegan a atenderlos", cuando los llevan.
"Los curan si están heridos, y a la calle otra vez. Pero así no se arregla, porque estos chicos necesitan atención multidisciplinaria, en el marco de una mirada integral al problema", indicó.
Para Romero, "esta es la droga del aniquilamiento" y sostuvo que "al principio fue la muerte de los chicos pobres, de las clases bajas de la sociedad, pero ahora está entrando a las capas medias y hasta altas, con chicos que quieren experimentar sin
tomar conciencia que luego no podrán salir".
"Los pibes se vuelven adictos en pocos días. Es una droga de fácil acceso, por lo barata", añadió.
Desde esta organización conformada por mujeres que diariamente recorren hospitales, comisarías y centro barriales, para tomar contacto directo con chicos y jóvenes que sufren el drama de la adicción al paco, consideran "importante que el Estado desarrolle políticas de contención e inclusión, pero no alcanzarán si la sociedad entera no se involucra.
"Este es un problema de todos. Cualquiera que tenga hijos puede ser víctima del paco y no sólo desde el punto de vista de las adicciones sino que un chico cualquiera puede resultar victimizado por otro con problemas de adicción", aseguró.