El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, intentó hoy distanciarse del escándalo de compra de información contra la oposición que implica a personas de su entorno, a 10 días de las elecciones del 1º de octubre, y aseguró que los "compañeros" involucrados "pagarán".

"Yo no creo en ese tipo de comportamiento. Si hay compañeros que tuvieron la ilusión de que estaban encontrando algo tan poderoso que podría cambiar el planeta Tierra, esas personas pagarán. Porque yo quiero saber quién dio dinero, si hubo dinero, qué tiene ese dosier (informativo supuestamente comprado)", afirmó Lula a la televisora Globo.

El presidente brasileño también reclamó "que la policía federal vaya hasta el fondo, investigue las entrañas de todo lo que ocurrió en este proceso". "No podemos permitir que eso ocurra en nuestra campaña política", agregó.

Lula afirmó que cumplió su función de separar del cargo a las personas que fueron implicadas en el caso y que ahora la labor es de la justicia y la policía, que decidirán si esas personas son culpables.

La crisis estalló el viernes cuando fueron detenidas en Sao Paulo dos personas vinculadas al gobernante Partido de los Trabajadores (PT) con el equivalente de 800.000 dólares destinados a pagar documentos comprometedores contra los socialdemócratas Geraldo Alckmin -principal adversario de Lula en la elección presidencial- y José Serra, candidato opositor a la gobernación de Sao Paulo, la más codiciada de Brasil.

Uno de los detenidos implicó a personas de la campaña de Lula, quien el lunes aceptó la renuncia de uno de sus asesores personales y el miércoles sustituyó a su jefe de campaña, el presidente del PT, Ricardo Berzoini.

Lula es el favorito en las elecciones, aunque algunos analistas consideran que el escándalo, de seguir profundizándose, podría llegar a forzar un segundo turno con Alckmin.