Kirchner y Cristina abrieron la tradicional rueda de negocios en la Bolsa de Nueva York. Antes, se reunieron con empresarios de fondos de inversión
El presidente Néstor Kirchner agradeció hoy "el gesto del Mercado" neoyorkino de haberlo invitado a la Bolsa de Valores, y enfatizó que la Argentina "volvió a tener en el mundo un lugar que nunca debió haber abandonado".
El jefe del Estado dijo, en una reunión con importantes empresarios estadounidenses que invierten en la Argentina, volvió a defender su plan económico y no ahorró críticas a los organismos financieros internacionales.
"Me llaman heterodoxo, pragmático, pero pudimos salir del default y reconstruir la estabilidad y la credibilidad y no fue tarea fácil", dijo Kirchner, según comentó a la prensa el cónsul argentino en esta ciudad, Héctor Timermann, quien participó del encuentro.
Kirchner tocó la tradicional campana en el recinto de Wall Street, luego de compartir un desayuno de trabajo con empresarios norteamericanos en la sede de la Bolsa de Nueva York.
El acto representó un gesto simbólico que vino a ratificar el reingreso del país en el concierto de las naciones, luego del colapso ocurrido a fines de 2001.
Antes de la ceremonia, Kirchner estuvo reunido durante 10 minutos con uno de los principales representantes de la Bolsa local John Thain.
El Presidente concurrió pasadas las 9 al New York Stock Exchange (la Bolsa de Wall Street) donde fue recibido con aplausos al ser presentado por los titulares de Wall Street, Catherine Kinney y John Thain. Allí, cumplió con la tradicional ceremonia de apertura conocida como The Opening Bell, reservada a personalidades que despiertan la confianza de los inversores.
Luego, mantuvo contactos con inversores norteamericanos en Argentina, empresas de servicios, alimenticias y sectores financieros, entre quienes se encuentran Barrick Gold, Exxon y Occidental Petroleum.
Tras la visita a Wall Street, Kirchner se dirigirá a la sede de las Naciones Unidas -situada en la primera avenida- donde a las 16 pronunciará su discurso.
El jueves por la noche, el Presidente encabezará una cena del Consejo de las Américas, en el Park-Lane Hotel, situado frente al Central Park, a la que concurrirán más de 200 personalidades entre banqueros y agentes de negocios.
Hasta pocos minutos antes, el Presidente estuvo reunido durante casi una hora con ejecutivos de empresas multinacionales y fondos de inversión, incluyendo a Exxon, Cargill, a Barrick Gold, Deutsche Bank y Occidental Petroleum.
El encuentro fue a puertas cerradas y sin la presencia de periodistas.
Ante los ejecutivos Kirchner buscó transmitir el mensaje de que su gobierno quiere un país previsible, donde ganen las empresas en un marco justo en el que los argentinos puedan progresar.
Tras un primer discurso a cargo de Kirchner los hombres de negocios plantearon sus consultas y dudas.
Acompañaron a Kirchner el canciller Jorge Taiana, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y la ministra de Economía, Felisa Miceli, que ayer se sumó a la comitiva tras su gira por Singapur.
El encuentro se produjo luego de la reunión que varios de estos empresarios mantuvieron ayer con el ministro de Planificación Julio De Vido en la que el funcionario destacó la alianza del Gobierno con el capital extranjero, cargó contra los análisis de Wall Street y descartó que la inflación o la falta de energía amenazaran al país.
Como segundo punto fuerte de su agenda de hoy, por la tarde, Kirchner dará un discurso ante la Asamblea General de la ONU. Según trascendió, defenderá los derechos humanos, reafirmará la soberanía sobre las islas Malvinas, destacará el crecimiento económico local y, en paralelo, criticará el papel de los organismos de crédito.