Como aquella vez, a comienzos del 2004, cuando utilizó el challenger de Nueva Caledonia como plataforma para recuperarse tras la lesión de la muñeca derecha que lo marginó ocho meses del circuito.

En esta ocasión faltó 15 meses, por la suspensión por un doping del que, a posteriori, se lo consideraría inocente. Con sed de revancha acumulada, Guillermo Cañas logró otro challenger, en una final... a lo Cañas.

Lucha, amor propio ante la adversidad, para vencer a Carlos Berlocq por 4-6, 6-2 y 7-6 (10-8) en 3h16, levantando cuatro match points, y coronarse en Belén, Brasil.

"Estoy muy contento, fue un partido duro. Tuve mucha suerte en el primer match point, se le fue una a él por poco", dijo el campeón.

"Era importante empezar de esta manera, se lo dedico a (su coach) Gastón Etlis, que me bancó siempre. Además, si no fuera por la gente que me alentó en todo momento, no habría ganado".

Willy se adelantó 4-2 en el primer set, pero Berlocq sorprendió al llevarse cuatro games seguidos. En el segundo parcial, Willy volvió a quebrar en el quinto game y quedó 4-2.

En el tercero, Berlocq llegó a ponerse 5-3, pero el ex top ten batalló hasta forzar el tie-break. El de Chascomús se colocó 6-3 y parecía que lo tenía, y otra vez estaba Cañas para ofrecerle lucha hasta el final.