Es para los que superen la máxima permitida en 40 KM por hora. Además de prevenir accidentes, el sistema servirá para cobrar las multas y sacarle los puntos a los infractores
Circular a alta velocidad por la Ciudad tendría un nuevo castigo, y muy severo. Aquel que supere la máxima permitida en 40 km/h o más, podrá ser detenido en los controles de tránsito y le retirarán el vehículo. La novedad es parte de un proyecto de ley que envió el Gobierno porteño a la Legislatura y al que accedió Clarín en exclusiva. De aprobarse la iniciativa, además de prevenir accidentes, el sistema servirá para cobrar las multas y sacarle los puntos a los infractores.
Hasta ahora, el exceso de velocidad se penaliza únicamente mediante fotomultas. Eso da lugar a equívocos, ya que no siempre el que conduce es el dueño del vehículo y para que no lo multen debe probar que él no manejaba. En el scoring esto significa perder 5 o 10 puntos, según cuál sea el exceso de velocidad. (Ver Perdió y apeló).
El sistema funcionará con dos postas, como se utiliza en los carriles exclusivos. En el primera habrá agentes de tránsito con un pequeño radar (tiene la forma de una notebook). Los datos se transmitirán automáticamente a una máquina que calcula la velocidad y genera una imagen del infractor. En el segundo punto, otro funcionario podrá imprimir la imagen y entregársela en mano al infractor.
Cuando la velocidad supere los límites establecidos, el vehículo será removido por una grúa, al igual que sucede actualmente con los controles de alcoholemia. En el Ministerio de Justicia aseguraron que "se adquirieron nuevas grúas" y que las 12 con las que cuentan actualmente son "suficientes" para dar respuesta a los dos controles.
Según pudo confirmar Clarín, el próximo martes la comisión de Transporte de la Legislatura, que preside Daniel Amoroso, firmará el despacho. Para su aprobación definitiva habrá que esperar, al menos, hasta el 16 de abril (el 2 y el 9 no hay sesión por los feriados). En el Gobierno y en el oficialismo auguran una "pronta aprobación". Por eso, ya se apuran para conseguir los radares. La Agencia de Seguridad Vial había ofrecido diez aparatos, pero todavía no está cerrado el acuerdo.
En un comienzo, el sistema se aplicará en avenidas y calles, donde las máximas varían entre 40 y 70 kilómetros por hora, pero ya hay intención de que se puedan sumar las seis autopistas que controla la Ciudad. En ese caso, los autos serían detenidos en las cabinas de peaje.
En el Ministerio de Justicia, estiman que el nuevo sistema servirá para concientizar a los automovilistas. "Como ocurrió con los controles de alcoholemia, los casos positivos irán bajando", auguró un funcionario.
El exceso de velocidad es una de las infracciones más graves por las consecuencias que puede generar. Y una de las más recurrentes, especialmente de noche, cuando hay pocos autos en la calle (ver Casos de exceso...). Según expertos en seguridad vial, los daños que sufre un vehículo y sus ocupantes se duplican al pasar de 75 a 100 k/h. Los riesgos también se perciben en la distancia de frenado: un vehículo a 40 km/h necesita aproximadamente 33 metros para llegar a 0. Pero a 60 km/h, la distancia es de 50 metros.
Eduardo Bertotti, director del Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV): "A nivel mundial existen dos criterios con respecto a la velocidad en las áreas urbanas: el europeo y el americano. Los países europeos, mediante normas tienden a disminuir las velocidades en los centros urbanos. América por el contrario, en general viene aumentando el máximo permitido de velocidad. El ejemplo más escandaloso es Buenos Aires: en avenidas como Libertador hay máximas de 70 km/h, y tiene cruces que requieren de más espacio para frenar el vehículo. Hemos solicitado muchas veces que se bajen estos máximos de velocidad, pero hasta el momento no cambió nada. Creo que secuestrar el auto a quienes excedan la velocidad máxima sirve si se hace en el momento, porque evita posibles accidentes".