Miles de estudiantes y docentes de distintos puntos del país, encabezados por dirigentes de la FUBA, marcharon hoy a hacia la Plaza de Mayo para rechazar la ley de Educación que impulsa el Gobierno y homenajear a las víctimas de la Noche de los Lápices, al cumplirse 30 años del secuestro de los chicos platenses que reclamaban por el boleto estudiantil.

La marcha opositora -hegemonizada por partidos y gremios de izquierda- reunió a unas siete mil personas, aunque los organizadores dieron cuenta de "más de 20 mil" manifestantes presentes en la Plaza de Mayo.

La manifestación transcurrió en calma y el único incidente se produjo frente a la sede del Ministerio de Educación, sobre la calle Pizzurno, donde un grupo vinculado a la organización de ultraizquierda Quebracho quemó neumáticos que despidieron una densa humareda negra.

El Gobierno dispuso un operativo policial discreto, que no acercó a los efectivos al trayecto de la marcha.

El principal reclamo de los manifestantes fue que el Gobierno acceda a discutir cambios en el proyecto de reforma de la educación básica, que hacia fin de año será enviado al Congreso nacional.

En este escenario, la marcha que encabezó la Federación Universitaria causó serios inconvenientes en el tráfico en el centro porteño, sobre todo en la Avenida de Mayo y otras arterias importantes como Córdoba y Callo.

La marcha también se llevó a cabo en homenaje a las víctimas de la Noche de los Lápices, en la que grupos de tareas secuestraron y luego torturaron a adolescentes que habían reclamado por la instauración del boleto estudiantil.

Si bien las víctimas fueron vistas antes de ser asesinadas en el centro clandestino conocido como Pozo de Banfield, ese trágico hecho sucedió en La Plata y hoy la columna principal de la marcha estuvo integrada por estudiantes oriundos de la capital bonaerense.

Por la parte, los estudiantes se concentraron en el cruce de Córdoba y Junín, frente a las Facultades de Medicina y Ciencias Económicas de la UBA, y desde marcharon hacia la Plaza de Mayo.