Un ex empleado de la Administración de Obras Sanitarias en sus últimos años de vida tomó una peculiar decisión, aunque quizás admirada por muchos hombres: mantener dos relaciones al mismo tiempo, sin que ninguna de las mujeres en cuestión sospechara de la otra. Sin embargo, su muerte, en 1990, derivó en una disputa judicial, ya que ambas se aseguraban ser la pareja estable del difunto.

Sucede que tras el fallecimiento, las "viudas" se presentaron, cada una por separado, ante el Instituto de la Previsión Social, señalando que fueron concubinas, en aparente matrimonio, durante más de cinco años.

Una de las mujeres señaló que convivió con J.R.U. los diez años previos a su partida, en una casa ubicada en la calle 43 al 1500, en La Plata, mientras que la otra aseguró que vivieron juntos los últimos 30 años de vida del hombre en la calle 5 al 2100 y que la relación de su pareja con "la otra" era de ayuda económica y bajo su consentimiento.

Así, en 1991, se le otorgó el 100% de la pensión a una de las mujeres. Sin embargo, en 1994 se le decidió dar la mitad a cada una de las parejas entre 1990 y 1993, año en que murió una de las "viudas" y cuyos hijos hicieron valer su reclamo, ahora avalado por la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires.

A la hora de explicar el porqué de la decisión, el juez Daniel Soria dijo que "a una la impuso como beneficiaria en su seguro de vida y con ella, exhibiéndose cual pareja estable, compartió amigos y reuniones. La otra compañera estuvo presente en su vida con similar presencia; la utilización de sus servicios sociales y el trato de 'esposa' que se le daba frente a su familia, entre otros datos objetivos, así lo revelan", publicó el diario Clarín.