Con fuertes críticas al campo, la presidenta Cristina Kirchner se quejó por el séptimo paro contra su gobierno en un año y tres meses de mandato y defendió la decisión de repartir el 30 por ciento de los ingresos que el Estado nacional percibe por la venta de granos de soja al exterior a las provincias, que a su vez deberán repartir el 30% de lo que reciban hacia los municipios.

"Hemos sufrido mucho con enfrentamientos, con falsas antinomias. Es necesario tener la fortaleza de saber que las ideas se defienden con la expresión del pueblo en las urnas. Somos concientes de la necesidad de la distribución del ingreso. Por eso esta presidenta tomó la decisión inédita de coparticipar la soja. La distribución del ingreso no es para nosotros retórica", disparó la Presidenta en Santiago del Estero, donde viajó para participar del acto de asunción del reelecto gobernador radical Gerardo Zamora.

La jefa del Estado manifestó que "siente" que las criticas "no son por los errores, sino por los aciertos".

Cristina comparó el actual enfrentamiento con el campo con la década del 90 donde, según relató, no se levantaba ninguna voz de protesta "salvo la de los trabajadores, los jubilados o los industriales".

"Quiero en la víspera del golpe, que terminó desmantelando la industria, convocar los argentinos a profundizar el modelo. Es necesario seguir creciendo y haciendo agregar valor a nuestras materias primas", dijo la mandataria.

Durante su exposición, Cristina Kirchner defendió el modelo que impulsa su administración y advirtió que "el compromiso de la dirigencia" debe ser mantener el empleo.

"Estoy convencida de que lo podemos hacer. En un proceso federal de distribución del ingreso y generación de trabajo para que podamos tener la dignidad de ganarnos el pan con el sudor de la frente", dijo y, en clara referencia al sector agropecuario, declaró que "ningún sector puede imponerse sobre el otro con amenazas".

Y aseguró: "Los argentinos tenemos derecho a ser libres y transitar libres. Nuestro compromiso es seguir profundizando lo federal y lo nacional. Tengo el orgullo de encabezar un gobierno que jamás envió un proyecto al Congreso para quitarle algo a un argentino. Quiero decirles que podrán castigarme muchas veces, pero una y otra vez tenderé la mano porque es mi obligación como Presidenta".