El presidente venezolano, Hugo Chávez, confirmó la nacionalización del Banco de Venezuela, filial del grupo Santander, para reforzar el sistema bancario público del país.

La decisión de nacionalizar el banco ya había sido anunciada el año pasado pero, con la crisis, muchos pensaron que la operación había quedado en el olvido.

Hasta ayer, que Chávez volvió a hablar del tema en una intervención en el canal estatal Venezolana de Televisión.

"Hoy hemos retomado el tema y anuncio la nacionalización del Banco de Venezuela", dijo el presidente, y desestimó así las versiones de que se había paralizado la negociación debido a la falta de liquidez del Estado venezolano por la caída del precio del petróleo, que representa el 94% de las exportaciones venezolanas y casi la mitad del presupuesto gubernamental.

El Banco de Venezuela, por otra parte, fue adquirido por el grupo Santander en 1996 por 360 millones de dólares, luego de un proceso de privatizaciones. Actualmente, el banco cuenta con unos tres millones de clientes y activos por 11.057 millones de dólares.

Tras el anuncio hecho por el presidente, aún ningún miembro del gobierno venezolano ha dado más precisiones sobre el estado de las conversaciones ni tampoco hubo ningún tipo de reacción por parte del grupo bancario español.

En su intervención televisiva, Chávez destacó que la medida se tomaba para "darle más fuerza al sistema bancario público nacional y poder impulsar mucho más las políticas de desarrollo económico y social".

También anunció que hoy hará públicas las medidas que tomará para hacer frente al impacto de la crisis económica mundial en Venezuela, y que, según diversos expertos, posiblemente incluyan un mayor control de las importaciones.

Según el analista Luis Vicente León, las declaraciones de Chávez se inscriben dentro de una "estrategia" de "enviar mensajes" a todos los sectores para reafirmar que después de las últimas manifestaciones no ha perdido "la capacidad de control".

El director de la encuestadora Datanálisis también hizo referencia a la necesidad del presidente de "fortalecer" su posición en el terreno interno, especialmente de cara a su principal base de partidarios en los sectores más pobres, ante la eminencia de "decisiones impopulares" que deberá tomar como consecuencia de la crisis económica.

"Nosotros estamos discutiendo y tomando medidas para garantizar los logros y profundizar las conquistas sociales alcanzadas", manifestó el presidente en su intervención televisiva. Y después de reiterar que su gobierno es "un gobierno socialista, obrerista, popular" y su compromiso "es con el pueblo", insistió en que "por dura que sea esta crisis está para defender al pueblo venezolano, no a la burguesía o a la oligarquía".

Chávez "no puede mostrar debilidad porque no tiene plata", aseguró el director de Datanálisis después del discurso del presidente. La estrategia de Chávez está encaminada a mantener su popularidad, nuevamente en aumento después de su victoria en el referendo de febrero y que le abrió las puertas para aspirar a la reelección dentro de cuatro años.

El año pasado, luego de las negociaciones entre el gobierno y el grupo Santander, se había pronosticado la posibilidad de un acuerdo antes de que finalizara el año. Pero el impacto de la crisis financiera mundial, la peor desde la del treinta, según presagian tanto medios como expertos, frenó los contactos y se indicó que el proceso de nacionalización entraba en un paréntesis.