Una vez pasadas las elecciones del 28 de junio próximo, pendientes de aprobación
en el Senado, el Gobierno profundizará el camino de depreciación de la moneda para llevar el dólar a los 4 pesos hacia fin de año.

Así lo estimó hoy el ex presidente del BCRA Aldo Pignanelli, al participar de una jornada de debate sobre la situación económica organizada por el Banco de Córdoba en esta ciudad.

"Es muy probable que después de las elecciones se aplique una devaluación programada para ganar competitividad", sostuvo Pignanelli, quien estuvo al frente del Central durante parte del gobierno de Eduardo Duhalde.

Pignanelli recordó que "hace un año el gobierno decía que no se necesitaba un Plan B y eso cambió por tres puntos clave: el conflicto con el campo, la manipulación del INDEC y la no inserción internacional de la Argentina".

El ex jefe del Central se mostró muy crítico con la forma en que el Gobierno está conduciendo el INDEC.

"La mayoría de los especialistas estiman que la inflación será este año del 12 por ciento, pero a mí Guillermo Moreno me anticipó que para el INDEC será de 6", ironizó Pignanelli.

Alertó, además, que la crisis internacional ya impacta sobre la industria y estimó que el Producto Bruto de la Argentina caerá 2 por ciento en el 2009.

En cuanto a la deuda, Pignanelli consideró que el gran desafío de la Casa Rosada será obtener los dólares necesarios para afrontar los vencimientos en esa moneda de este año.

"Este año la Argentina debe pagar 16.889 millones de dólares, que equivalen a 57.500 millones de pesos", precisó Pignanelli.

Explicó que, de ese total, unos 9.521 millones deberá abonarlos en pesos, lo cual no representa un problema.

"La dificultad está en los más de 7.000 millones de dólares que deberá afrontar en esa moneda", explicó.

Dijo que para hacer frente a esos vencimientos, la Argentina utilizará 24.000 millones de pesos de superávit, incluido fondos de los jubilados, le pedirán 4.600 millones de pesos a organismos multilaterales y recibirá adelantos del BCRA por unos
2.000 millones.

El resto, uno 10.000 millones de pesos, los tomará de adelantos del Banco Nación por los depósitos del sector público, señaló.