Néstor Kirchner no es la excepción a muchos dirigentes de los últimos años. Es candidato en l provincia de Buenos Aires pero está empadronado en otro distrito
Por Roberto Aguirre Blanco
“No me importan lo que digan, soy y siempre seré pingüino, y eso no lo cambio por nada”, ha repetido en actos multitudinarios infinidad de veces el ex presidente Néstor Kirchner, quien se muestra siempre orgulloso de su condición de patagónico y hombre de Santa Cruz.
Y, como todo hombre de palabra y sentimientos genuinos, jamás se atrevería a renunciar a esa condición de santacruceño, por lo cual su empadronamiento en esa distrito no está para él en discusión.
Ni en sus épocas de estudiante universitario en La Plata, en los 70, cuando militaba en la JP e intentaba conquistar a su actual esposa la presidenta de la Nación, Kirchner hizo cambio de domicilio y así, en 1973, debutó en las urnas viajando a Río Gallegos a votar tres veces en un año, a pesar de su residencia en la provincia de Buenos Aires.
Hoy, tres décadas después de estos hechos, luego de ser intendente de Río Gallegos, gobernador de Santa Cruz y presidente de la Nación, su nombre y apellido está inmutable en el padrón de la provincia con 161.544 electores, 0,6 % del padrón nacional.
Sin embargo, en un calco de su compañera, Cristina Fernández, candidata a senadora por la provincia de buenos Aires en 2005, Kirchner no hizo nunca el cambio de domicilio y se presentará como primer candidato a legislador por el distrito bonaerense.
En este escenario se presentan dos voces opuestas, consultadas por Asteriscos.Tv, el constitucionalista Gregorio Badeni, apoya la decisión de de Kirchner de presentarse ya que el código Electoral de la provincia exige más de dos años de residencia en el distrito, algo que Kirchner cumple con su domicilio en Olivos.
Sin embargo, desde el punto de vista ético, Daniel Sabsay, criticó este hecho ya que desde su residencia oficial comenzada en 2003 hasta la fecha “nunca Kirchner cambio su domicilio, ni tuvo la intención de renunciar a su padrón original”.
De esta manera, la igual que Cristina en 2005, Kirchner no irá cumplir con su rol electoral y dejará que el político se imponga sobre sus responsabilidades como ciudadano.
En realidad, ir puede ir, pero si lo hace también quedaría muy mal visto. Un hombre que dice representar a la provincia de buenos Aires, vota en otro lugar. Poco serio.
Este hecho también le sucedió en 1997 a la ex diputada de la Alianza, Graciela Fernández Meijide, quien residía en Capital Federal y fue primera candidata y ganó en la provincia de Buenos Aires, aunque dibujó también una residencia “trucha” que luego le sirvió para su candidatura a gobernadora, dos años después.
En la última elección a gobernador bonaerense, Daniel Scioli, a las corridas y con la ayuda de Sergio Massa compró una casa en Tigre, la remodeló, nunca vivió y se cumplió con ciertos plazos legales para presentase, pero el dirigente siempre fue un porteño de ley, con residencia y ambiciones en ese distrito.