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21 de noviembre de 2024
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"Monstruo de Amstetten" se declaró culpable de violación
De todas maneras, el austríaco Josef Fritzl, acusado de encerrar por 24 años a su hija en un sótano, negó los cargos de homicidio y esclavitud. Hoy comenzó el juicio
16 de marzo de 2009
El austríaco Josef Fritzl, conocido como el "monstruo de Amstetten", se declaró hoy culpable de haber secuestrado, mantenido una relación incestuosa y violado a su hija durante 24 años. Durante el juicio, que se desarrolla en la ciudad austriaca de Saint Poelten en medio de un importante operativo de seguridad, el acusado se declaró inocente de los cargos de esclavitud y homicidio de uno de los bebés que tuvo con su hija.

El acusado, de 73 años, entró en la sala de lo Penal del Tribunal vestido con un traje gris y con la cara cubierta con una carpeta de color azul. Permaneció de pie durante varios minutos en la sala e ignoró las insistentes preguntas de periodistas de la televisión pública austríaca ORF, autorizados por el tribunal a entrevistarle.

Los ocho miembros del jurado popular estarán bajo permanente supervisión para evitar que hablen con la prensa, la sala será registrada para detectar cámaras o micrófonos escondidos e incluso se ha restringido el espacio aéreo en torno a Sankt Polten.

Su hija, Elisabeth, no acudirá al juicio y testificará mediante una grabación de 11 horas, en la que contará cómo su padre la encerró en un sótano a la edad de 18 años, cómo la violó sistemáticamente y cómo dio a luz a siete hijos, uno de los cuales murió tras el parto. La acusación de homicidio se basa en que el acusado no permitió que ese bebé recibiera asistencia médica.

La víctima, que hoy tiene 43 años, relatará cómo fueron los 24 años que pasó encerrada en un sótano de 60 metros cuadrados, sin luz ni ventilación natural, donde crió a tres hijos que no conocieron otra cosa que ese húmedo sótano hasta que fueron liberados el pasado abril.

Los otros tres niños, los más débiles y ruidosos, fueron llevados sucesivamente por su padre-abuelo a vivir a la superficie con él y su esposa.

Para poder justificar la presencia de los niños en el domicilio familiar, Fritzl afirmó que los pequeños habían sido abandonados frente a la casa por Elisabeth, tras fugarse.

Mientras dure el proceso, Elisabeth y sus hijos abandonarán el domicilio secreto donde viven y se trasladarán a una vivienda en la clínica de Amstetten donde inicialmente estuvieron ingresados tras destaparse el caso en abril de año pasado.